Salgo del salón en busca de un baño, pero no tengo ni la más mínima idea de donde puede haber uno.
— ¿Eres la nueva? — escucho la voz aguda de una chica detrás mío.
— Sí. — respondo entre dientes aguantando las ganas de orinar. — ¿Sabes donde hay un baño? — cuestiono girando.
Cuando lo hago me encuentro con una chava morena, de ojos color miel, el cabello negro y ondulado, un cuerpo envidiable y unas piernas súper largas.
— Claro, es por acá. — indica con su dedo pulgar.
Luego se da la vuelta y comienza a caminar como una súper modelo.
Yo voy detrás de ella, parece que me han herido ya que voy encorvada y apretando las piernas.
— Aquí es. — dice frente a la puerta y yo entro corriendo, como si no hubiese un mañana.
Al salir me encuentro con ella frente al espejo, se está retocando el maquillaje.
— ¿Tenias muchas ganas de orinar? — cuestiona de la nada mientras me lavo las manos.
— Eh, sí, jeje. — respondo nerviosa.
— Mi nombre es Bella y tu eres Ela, ¿no? — dice mirándome.
— Sí, ¿quién te dijo mi nombre?
— Jajaja, por Dios... — dice si dejar de reír. — A veces deberías ver a tu alrededor.
— No entiendo.
— Estuve en dos de tus clases de hoy y en las dos te presentaste diciendo tu nombre y apellido. — explica y yo me siento como una tonta.
— Lo siento, no te vi. — me disculpo intentando sonreír.
— Es la primera vez que paso desapercibida para alguien. — dice poniendo una mano en su pecho. — Pero está bien, siempre hay una primera vez para todo. — añade y entrelaza su brazo con el mío.
— Creo que sí. — digo en voz baja.
— Por cierto, hoy seré yo quien te de el recorrido.
— ¿Tú? ¿No debía dármelo el mal educado?
— ¿El mal educado?
— Sí, ese Luis, Lois, Lin, como se llame.
— ¡Liam! — exclama soltandome. — Se llama Liam, pero hoy no puede, tiene entrenamiento.
— ¿Entrenamiento?
— Sí, sé está preparando para la competencia anual de natación.
— ¡¿TIENEN UN EQUIPO DE NATACIÓN?! — cuestiono sorprendida y levantando la voz.
— Tranquila... — dice mirando a todos lados. — Sí, te llevaré allá más al rato, pero por ahora iremos a conocer otras áreas.
— Está bien. — respondo sonriendo ampliamente. — Espera, ¿pero porque me llevarás tú? No me digas que te obligó solo por ser el presidente y...
— No, para nada. — me interrumpe sonriendo. — Soy su novia y suelo hacerle estos favores. — explica.
— ¿Su novia? ¿No crees que eres demasiado bonita y buena onda como para andar con él?
— No deberías juzgar sin conocer, de hecho creo que la de la suerte soy yo por tener de novio a Liam.
— ¿Suerte? Cualquiera querría estar contigo, en cambio, con ese mal educado... pff... — digo y ella niega.
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MALDITO DESTINO
Novela JuvenilDesde siempre hemos creído en el destino. En ese hecho de ser destinados a ser o hacer algo en concreto mientras vivamos en la tierra. O destinados a estar con alguien en especial, alguien elegido por el mismo destino para hacernos felices. Sin e...