Algunos pensaban que nunca regresaría Aranza al castillo, pero está ahí bajo el agua en su mundo donde pertenece y todo parecía tranquilo como si nunca se hubiera ido.
Bella: cariño que bueno que regresaste, comenzaba a sentirme sola-la abrazo con ternura-
Aranza: yo también te extrañe tía, pero ya estamos aquí-sonrio y camino al trono, extrañaba sentarse ahí-
Franco: wow amor, cuánto porte-amaba verla sentarse en el trono, parecía una pintura-
Aranza: amor, solo haces que me sonroje -le sonrió con ternura, y el pequeño Abisai lloraba reclamando la atención de su madre-
Franco: ya mi niño, ve con mami-lo dejo en los brazos de Aranza, dónde se quedó tranquilo-
Doglas: bueno Abisai si que extrañaba el reino-se retiro a la cocina para ver cómo iba la comida-La mañana paso tranquila, los pequeños estaban llenos de energía, aún que eran pequeños les encantaba el agua, tenían un profundo amor por el mar.
Franco: mis niños, hoy están llenos de energía-jugaba con ellos, nunca se cansaba de estar así con ellos-
Aranza: así que aquí estaban, se divierten con papi-se hacerco a ellos mientras se reían los pequeños-
Franco: son tan hermosos, un mejor regaló no podía pedir-beso la cabeza de Aranza-
Aranza: verdad que sí, a veces me pongo a pensar que es mejor dejar el caracol si ya tengo el deseo más profundo de mi corazón-tomo la pequeña mano de Leilani-
Franco: amor, puedes hacer lo que sea mejor para el reino, ya sabes que no me gusta meterme en los temas del reino-la miraba tratando de comprender lo que le preocupaba-
Aranza: ya se, pero no tengo a quien contarle mis problemas, así que te lo cuento a ti mi amor-beso la mejilla de Franco-
Franco: tú cuéntame, siempre estaré para escucharte, eres mi mundo entero igual que estos dos traviesos-los abrazo a los tres mientras reían-La noche era silenciosa y tranquila, en la superficie se escuchaba el tranquilo mar, y la luna brilla sobre el regalando un bello paisaje, una joven caminaba por la orilla, creyendo en los cuentos de marineros que escucho, ve de noche al mar y las verás, ellas salen a bailar, y la pueden visualizar un deseo te consideran.
Doglas: no debería andar de noche por aquí señorita-sabia lo que buscaba, ver una sirena-
Hana: me haz asustado-su pulso se había acelerado al escuchar la voz de él-
Doglas: lo siento mi intensión no era asustarle, verá el mar de noche luce calmado pero muchas veces no es así, vaya a casa-estaba protegiendo el reino y a las jóvenes sirenas que salían de noche a tomar rayos de luna-
Hana: solo quiero verlas, se que están ahí, se oyen sus risas-algo la había atraído al mar-
Doglas: ah si?! Que pudo ser, el mar es traicionero-era extraño la joven parecía estar en un trance-
Hana: no lo se, solo escucho que me llama, quiero entrar a lo más profundo, sentir su fría presencia en mi cuerpo-si no fuera por Doglas que la sostenía ya hubiera entrado al mar-
Aranza: que haces, no puede estar aquí, nos pondría en riesgo-se asustó al verlo con una desconocida-
Doglas: mi reina no es lo que parece, esta joven está hechizada, le juro que no la conozco-estaba nervioso este mal entendido le triaria mucho problemas-
Aranza: basta Doglas, sueltala, si está hechizada como dices al entrar al mar despertara-sabia que el mar rompería el hechizo-
Hana: tú la reina la de las sirenas, las incomprendida, que tiene la mente llena de enredos, morirá hoy-sin darle tiempo de reaccionar puso sus manos sobre su cuello asfixiando a Aranza quien luchaba con todas sus fuerzas para quitarla de encima-
Doglas: no se preocupe reina la salvaré-sin pensarlo golpeó a la joven con una roca, dejándola inconciente-Sin pensarlo tomo a Aranza y le sumergió, como explicaría esto.
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El secreto del caracol azul
FantasíaHace muchos años un caracol fue encantado se perdió en el fondo del mar, pero un día lo encontró una hechicera que buscaba destruir el reino de Aranza, no permitiría que una joven princesa reina los océanos.