El secreto del caracol azul

Capitulo XVIII

Aranza: amor, cuando vamos a celebrar el cumpleaños de nuestros bebés-no sabían que día habían nacido-
Franco: no sé amor, el día que inicia la primavera, ese día los encontramos-nunca había pensado en eso-
Aranza: si, me parece bien-acaricio la cabeza de Leilani que estaba entre sus brazos-

El reino estaba tranquilo, a pesar de que la reina no estaba en el castillo, si no en su casa en la superficie disfrutando de sus hijos, su esposo, y una vida más cotidiana.

Doglas: reina Bella, cuando cree que venga Aranza-era lo que más se hablaba en el reino-
Bella: no lo sé, si no vuelve, la gente va comenzar a pensar que renuncio al cargo o algo asi-ella sabía que entre más tiempo pasará, más rumores se harian-
Doglas: lo sé, hoy en la tarde los iré a ver-le gustaba estar con ellos lo trataban bien y eran muy amables-

Buscar el caracol era más difícil que, cuidar el reino de los que lo quieren destruir, por eso se cumplía la profecía que decía entre más desees encontrarme más escondido estaré, solo los que no desean encontrarme me verán, pero recuerda puedes ser tentado con el deseo más puro de tu corazón.

Mar: estoy cansada-dijo mientras se sentaba junto a Kai quien se encontraba revisando unas rutas que Aranza le había mandado-
Kai: pues porque no te recuestas o vas a dormir-le dijo sin voltear a verla, estaba ocupado y un error lo mandaría a la dirección equivocada-
Mar: no, quiero que vengas ahora conmigo, deje eso-estaba molesta-
Kai: cariño no puedo ahora, ve y te alcanzo en un momento, es importante esto-le emocionaba trazar las rutas y podía pasar horas haciendolo-
Mar: soy más importante yo y tú hijo, ven con nosotros ya, ayer te dormiste muy tarde-queria la atención de Kai todo el tiempo, mas por qué sabia que Aranza le había encargado ese trabajo-
Kai: okey cariño, lo dejo por ahora y mañana lo termino-no quería pelear con ella así que mejor fue a acompañar a sus esposa-

Doglas había decidido visitar a los reyes, extrañaba a los pequeños y tenía cosas que quería contarles.

Aranza: pasa, bienvenido-le sonrió amablemente-
Doglas: gracias mi reina-camino junto a ella al salon-
Franco: hola Do, cómo estás?-le dijo cariñosamente, ahora ya se había vuelto su gran amigo-
Doglas: bien y ustedes?-èl no usaba apodos cariñosos con los reyes porque les tenía respetó y estába acostumbrado por su trabajo-
Aranza: no estás trabajando y nosotros no estamos en castillo, así que olvida la formalidad Doglas-le sonrio, de alguna forma u otra quería que el sintiera que lo querían y que era su amigo-
Doglas: estaba bien trataré-le sonrió de vuelta-
Franco: que bueno que veniste a visitarnos, eres el único que lo hace constantemente, y nos agrada que vengas-palmeo la espalda de su amigo cariñosamente y fue por Leilani que lloraba-
Aranza: no se que le pasa, últimamente Leilani a llorado mucho, y Abisai se la pasa dormido, no se, tal vez extrañen el mar-estaba preocupada por eso-
Doglas: es posible, o a lo mejor es porque están creciendo y nuestra pequeña Leilani no quiere separarse de ustedes-dijo mientras cargaba a Abisai que estaba dormido-
Franco: si es posible que tengas razón Doglas, pero quién sabe que les pasará a a estos pequeños-beso la cabeza de Leilani quien lo observa hablar-
Aranza: bueno pero basta de nosotros, mejor cuéntanos cómo has estado-sabia que algo quería decirles-
Doglas: bueno pues yo, me encuentro bien, solo que las últimas noches Dali a estado presente en mis sueños, no logro saber si estoy soñando o es ella comunicándose conmigo-les contaba a ellos por qué les tiania confianza-
Franco: debe ser ella comunicándose, a lo mejor quiere decirte que está bien o que necesita tu ayuda-sabia que si era como Ari esos sueños eran provocados por Dali-
Aranza: puedes describir algún sueño Doglas-sabia que podría encontrar algo en sus sueños-
Doglas: siempre sueño que está en una colina, lleva un vestido azul y me sonríe, pero cuando más cerca estoy de llegar a ella más se aleja, y en sus ojos puedo ver la tristeza de su corazón-recordar y hablar sobre este sueño le ayudaba a no sentirse tan triste-
Franco: yo pienso que si es una señal tal vez te está llamando, debemos encontrar la colina, talvez estemos más cerca de encontrarla-le sonrio, para darle una esperanza-
Doglas: si, pero donde, nunca he visto esa colina-estaba decidido a encontrarla-
Aranza: creo que es momento de regresar al castillo, hay unos planos de toda la superficie, y el mar podemos buscar todas las colinas y valles y buscarla-sus ojos se iluminaron sabía que era el llamado del mar-

Los tres regresaron juntos al mar sabían que tenían una nueva misión y algo nuevo que buscar.