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⸻Estoy cansada⸻ revelo con pesar luego de un largo silencio, mientras observaba las estrellas junto al varón de larga cabellera azul. El, quien no era precisamente el mejor cuando se traba de consolar a alguien se quedó callado, estaba confundido, no quería decir o hacer algo que empeore la situación.
⸻¿Creas que sea prudente renunciar a mi carrera en la academia?⸻ volvió a hablar ella, obteniendo una respuesta vacilante por parte del varón.
⸻Creo que esa decisión no me compete a mi, solo a ti⸻
Una suave risa fue la única respuesta que obtuvo por parte de la joven de platinados cabellos, quien procedió a recostarse en el frío pasto de aquella colina donde los enamorados solían reunirse para confesar su amor. Aún que esta vez aquel lugar estaba siendo usando para mostrar la parte más vulnerable de alguien que de negaba a ser débil.
⸻Mmm, es cierto⸻
⸻¿Qué harás entonces?⸻
⸻No lo se⸻ Kaeya podría jurar que había notado algo de miedo e incertidumbre en su voz, pareciera experimentar por primera vez el miedo ante lo desconocido, aún que conociéndola, en verdad, si que era la primera vez que se encontraba en dicha situación. Una, donde por primera vez no sabía que hacer y no tenía un segundo plan por si el primero fallaba.
⸻¿Porqué preguntaste?⸻
⸻Creo que solo son tonterías mías, ya sabes, algo así como la crisis del último año⸻ bromeó mirando al joven capitán de caballería con una pequeña sonrisa juguetona.
⸻El cielo te bendijo al regalarte esos ojos, el sol al darte esos tiernos besos y la luna al acariciar tu cabellera, sin embargo, el mayor regalo vino por parte del universo, al regalarte esa gran sabiduría... pero, es triste que seas incapaz de verlo⸻ dijo el con una seriedad y una compasión que nunca antes había usado. Dejando a la más joven con las palabras atoradas en la boca, sin embargo ella sólo sonrió mientras evitaba su intensa mirada oceánica.
⸻En este mundo la sabiduría es la peor de las maldiciones⸻ respondió ella luego de unos minutos de silencio, dejando ahora con la palabra en la boca a Kaeya.
Unos breves minutos después sus miradas se encontraron y no pudieron evitar reír por el momento y las palabras tan serias que habían intercambiado, siendo que esto no era algo que iba acorde con sus personalidades.
⸻Ya enserió, ¿a qué vino esa pregunta sobre si era prudente tirar todo por la borda cuando estas a nada de terminar?⸻
Silenció, un abrumador silencio se apoderó de la atmósfera, algo incomodo, sin embargo ni uno de los dos lo rompió. El no tenía intención de hablar hasta que ella lo haga, al notar aquello Colette simplemente suspiro en busca de calmar el mar de emociones que la invadían y se sentó cruzada de piernas.
⸻Creo que hablo desde el fondo de mi corazón frustrado. Ver a todos avanzar tan rápido y fácil mientras yo me quedo estancada y tan atrás me esta matando lentamente, incluso cuando se que era algo inevitable que sucedería en cualquier momento.⸻ empezó a hablar, abriéndose ante el que no solo era su pareja, si no que también su mejor amigo y gran consejero (cuando quería).
⸻Porqué no es tu área y mucho menos despierta algún tipo de interés en tu ser⸻
⸻Exacto. Me conoces tan bien⸻ comento mientras reía, y un suave sonrojo cubrió sus mejillas al notar que prestaba atención incluso a las cosas que solo una o dos veces mencionaba. ⸻Si soy honesta, no se que haré si termino la carrera de arquitectura, siempre fui y seré un desastre con los números, quiero decir, si quería ser una erudita de sumeru pero en astrología, no en arquitectura⸻
⸻Lo único que tienen de parecido esas dos carreras es que ambas empiezan con la letra a⸻ bromeó Kaeya.
⸻¡Exacto!, ¡¿de qué rayos me sirve aprender a hacer edificios y esas cosas si lo que quiero hacer es leer las estrellas?!⸻ dijo, siguiéndole la broma a su chico, para luego ambos reír, a veces su humor estaba bastante roto, aún que quizá solo reían porque la risa contraria les causaba gracia.
⸻Bueno, yo digo que lo pienses fríamente, sin meter tus sentimientos de interioridad. Quiero decir, seguro te sientes así porque estás permitiendo que esa negatividad se apoderen de ti, pero Colette, eres la mujer más lista que he conocido en mi vida y siempre logras lo que te propones, creo en ti pero independientemente de lo que escojas, siempre tendrás mi apoyo... y un techo donde dormir, y un plato de comida caliente y lindos vestidos y-⸻
⸻¡Para, ya entendí capitán!⸻ reclamo entre risas divertidas, Kaeya siempre lograba calentar su corazón y apaciguar su ser con esa personalidad tan juguetona y algo presumida que solía tener. Incluso en estos momentos no pudo evitar presumir todo lo que le regalaba, como si fuera un gran orgullo todo lo que gastaba en ella.
⸻Esta bien, esta bien, estoy a tus ordenes my lady⸻ respondió con un tono juguetón, alzando sus manos en señal de rendición.
Luego de aquel tierno momento, se observaron, admirando el bello brillo de amor que iluminaba sus miradas. Kaeya sin poder evitarlo le robo un tierno beso a la que algún día sería su prometida, causando que el rostro de Colette se tiña de un lindo color rojizo.
El varón elevo su mano, dejándola descansar en la mejilla izquierda de la chica, donde dio un par de caricias, para luego acortar la distancia entre ambos, uniendo sus labios en un tierno y cálido beso.
Los belfos de ambos encajaban a la perfección con los contrarios, se movían con cierta desesperación, como si nunca fueran suficientes los besos que se daban o como si temieran que al separarse nunca pudieran volver a probar los dulces labios del otro. Kaeya acariciaba con ternura las mejillas de la más joven, mientras sostenía su rostro entre ambas manos; Colette por otro lado tenía sus manos apoyadas sobre el pecho del varón.
Luego de unos momentos se separon con calma, robándose entre ellos algún corto beso, parecía no querer dejar de mostrar lo que sentían por el otro con esasimple acción.
⸻Gracias⸻ murmuró ella, acariciando su mejilla, observando esos lindos iris azules como las arcaicas.
⸻Gracias a ti Colette, por aceptarme como tu pareja⸻ murmuró el con ternura.
Se recostaron nuevamente en el frío suelo acolchado por el verde pasto, Colette se había acurrucado en el pecho de Kaeya, mientras este la abrazaba por los hombros, jugando con algunos mechones de su largo cabello platinado. Observaron las estrellas y señalaron algunas constelaciones, Kaeya escuchaba con atención la emoción con la cual ella hablaba.
Al fin había encontrado algo por lo cual valía la pena luchar y que le hizo entender, cual era su lugar.
Si aquel incierto futuro llegaba, defendería Monstad, porque era la tierra de su chica y por consecuencia, también su tierra.
Porque el era de donde era ella y el estaría donde ella se encuentre.
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Holi ! ! A partir de ahora subiré oneshots corticos (1000 palabras minimo) para evitar tardar muchísimo en subir algo u.u
Espero lo hayan disfrutado, y comenten de que les gustaría que sea el siguiente oneshot, tipo, personaje o temática.
Y si les gustaría igual que suba hedcanons o así jeje
