A los 11 años, Kyle se mudó a Noruega. Seis años después, regresó a South Park sin saber que tanto sus amigos como su pueblo estarían enfrentando problemas, algunos de ellos comunes y otros más inusuales que se contarán adentro de la historia.
ESTA...
Mapache estaba sentado en el filo del techo de un edificio junto a la preparatoria, con su mirada fija en esta. De repente, llegó otro superhéroe que interrumpió su concentración.
Mapache volteo su cabeza y miró a su compañero con molestia.
—¡Oh, carajo! ¿Qué haces aquí?— preguntó el castaño mientras lo miraba con desaprobación.
—Eso te iba a preguntar yo—respondió Mysterion con una voz fría mientras alzaba una ceja.
—Hay un infeliz que anda metiéndose en vida ajena—le explico volviendo a mirar al edificio de la preparatoria.
—Si...Vine por lo mismo. Ha estado acosando a algunos conocidos—le contestó Mysterion mientras asentía y no despegaba su mirada del edificio.
Mientras ambos super-héroes estaban concentrados lograron escuchar una puerta abrirse. Dirigieron sus miradas hacia la parte trasera de la preparatoria y alcanzaron a ver a alguien entrando por la puerta trasera. Mapache estaba decidido a confrontarlo pero Mysterion propuso seguirlo.
Con sigilo empezaron a seguir a la persona. Esta caminaba con una sonrisa de satisfacción mientras balanceaba en su mano una funda de supermercado que contenía una alta cantidad de hojas.
Justo cuando aquel sujeto asentó en el suelo la funda y sacó una de las hojas para pegarlas Mapache se mostró gritando "¡Te atrapamos!". Su impaciencia había hechado perder el plan de Mysterion.
Como era de esperarse, inmediatamente Mapache acabo la frase, el Fotoacosador salió corriendo lo más rápido que podía mientras unas hojas se le soltaban de dicha funda.
—¡Carajo! ¡Esta huyendo!—grito Mapache con desesperación.
—¡Claro imbécil! ¡Si gritaste como idiota!—exclamó Mysterion mientras sacaba su pistola y con rapidez le dispaba en la pierna del mayor provocando que este cayera al suelo.
Ambos chicos fueron corriendo donde el tipo y Mapache con sus garras rasgó la mascarilla, la gorra y un poco de la manga de su brazo. Aquel acto logró revelar la identidad de dicho acosador quien dejó sorprendidos a ambos chicos.
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—¿Ah? No eres un estudiante, ni un profesor... ¿Quién mierda eres?— pregunto con confusión Mapache.
El Fotoacosador rápidamente sacó de su bolsillo una bomba de luz que contenía humo. Con fuerza la estrelló contra el suelo provocando que su mano se quemara. Aquella luz había cegado a Mapache por completo y le dio una oportunidad para huir.
Con dificultad se levantó del suelo y empezó a correr cojeando mientras dejaba atrás una cortina de humo que provocaba que lo perdieran de vista.
Durante su escape el Fotoacosador había soltado la funda agarrando algunas hojas. Mientras corria cubrió la herida de su pierna con aquellas hojas que había tomado para no dejar un rastro de sangre.
