Desquicio

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     En el apartamento

     La angustia era asfixiante para ella.

     La adrenalina la hizo subir piso tras piso sin descanso, el recuerdo de haber escuchado un vidrio caerse antes de que se cortará la llamada de su hija no dejaba de retumbar en su mente.

     Como si fuera la campana de una iglesia, sonaba una y otra vez.

     Detrás de ella venía la familia completa cansada, pero con los nervios de punta, ¿Qué habrá pasado con Lery? De seguro era falsa alarma, pero la preocupación de la madre les hacía un hueco en el estómago y un retumbar del corazón insoportable.


— La puerta ... ya estaba abierta ... ¡¿Dónde estás?! ... ¡Lery! — Habla con la voz entrecortada por la falta de aire y la angustia.

     Busca por todas partes de la casa hasta que llega a la cocina y ve los trozos del vidrio que se escuchó caer por la llamada.

     Ninguna noticia de Lery, cada vez sentía más las ganas de llorar por la desaparición de su hija.

     De pronto recordó lo que le había dicho su hija.

— "Era la voz de un hombre, me preguntó si soy la que siempre quizo volar ..." — Susurra para sí misma. — volar ...

     Su respiración se entre corto, no podía creer en el pensamiento que se apareció en su mente.

— No ... — Niega con una aguada voz.

     Salió corriendo alertando a su familia, en su interior mantenía la mínima esperanza de que se estuviese equivocando ...

     Pero tristemente, no era así.

— Vayan a la azotea ¡AHORA!

     En la azotea

— ¿Are you ready, honey? Te va a encantar poder volar — Habla extasiado, nos acercabamos poco a poco a la orilla del edificio.

— ¡NO! ¡NO LO HAGAS! ¡AYUDA! ¡ALGUIEN QUE ME AYUDE! ¡NO! ¡NO! ¡NO! — Gritaba desgarrando cada vez más mi garganta, intenté moverme lo más fuerte que pude.

— ¡NO TE MUEVAS O TE DEJÓ CAER! — Amenaza.

     Como si fuera un balde de agua fría me quedo inmóvil, iba a caer ... En serio iba a caer de la azotea de un edificio.

     Ahora que presto atención, desde ésta altura toda la ciudad por la noche era espléndida, parecía una constelación de estrellas por cada luz de las casas y edificios que se veía a lo lejos.

     No lo puedo creer, estoy apunto de ser arrojada desde la azotea de un edificio y solo me deleitó por lo que se asemeja a una constelación de estrellas, de verdad debo haber caído en demencia.

     Estoy desquiciada.

     Tal vez por eso no me desmayó y por eso disfruto de la vista que tengo en frente ...

— ¡Bien! Es hora, puedes agradecerme pequeña, estoy cumpliendo tu sueño ... Hasta luego, Lery.

     Ah ...

     Sentí el aflojamiento de sus brazos, la brisa de pronto calarse por mi espalda y la voz que me trajo a la realidad.

— ¡LERY!

     Mamá ...

     Y Un grito desgarrador que nunca le oí emitir.

     Era mi madre corriendo con todas sus fuerzas para salvarme ...

Ahora puedes volar | By DokaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora