21: Lluvia fría

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—El rubio en el camerino no dejaba de estar impaciente "¿por qué ella? ¿Por qué se sentía de esa manera por ella? Ni siquiera soportaba verla con aquello bastardos¨—

—Estaba enloqueciendo, en esos cinco años que habían pasado sin saber casi nada de ella, estuvo bien, ahora sentía soledad por lo que izo y también se sentía devastado—

—Todoroki y Midoriya se adentraron al camerino, viendo hay en una silla al rubio, en otra más alejada se podía ver a Tokoyami muy sentado con su celular en mano—

—Bakugou tenemos que dar algunos autógrafos y demás, tienes que venir— mencionó el bicolor viendo con el mismo rostro de siempre al rubio, el cuál se levantó y su flequillo le cubría la mirada de sus ojos rubíes—

—Me largo de aquí, no me importa lo que hagan— Todoroki no protestó ante las palabras del rubio y solo vio como tomo su chaqueta negra, saliendo del camerino—

—¿A-ahora que hacemos? no será igual si solo damos autógrafos nosotros tres— pregunto algo nervioso el peliverde que miraba a los otros dos—

—Cancelar lo de los autógrafos— mencionó el azabache dirigiéndose a la puerta— Yo iré a decirlo, los veo afuera— el bicolor y el peliverde asintieron mientras se miraban a través de los espejos que estaban en el camerino—

—Luego de que Tokoyami se fuera, ellos que pensaban en salir de esa habitación, llego una chica de cabello largo y tono verde, con algunas trenzas, con cuerpo de modelo pero, en realidad era la maquillista cristiana de la banda Smash—

—Un rato después de que la banda bajará del escenario y subiera Brevity, ella había salido fuera de aquel lugar para atender una llamada—

—Ibara? Terminaste de hablar con tus padres— pregunto el pecoso a la chica que llevaban conociendo desde hace ya más de tres años—

—Si, gracias a la divina paz de Dios, pude hablar tranquilamente con ellos— respondió la chica con una pequeña sonrisa— Por cierto, casi me choco con Bakugou en el caminó, parecía algo... Hum... Decaído?— los chicos le asintieron, haciéndole saber que eso era y parecía— Oh, espero no sea nada malo y que Dios le proteja— la chica tenía las manos unidas—

—El peliverde pensó en que esa chica seguía siendo muy y hasta más religiosa que el día anterior, aunque a veces era algo aterradora con lo que decía, al bicolor le daba igual como era, solo parecía que se portaba muy extraño—

—Ibara ya nos íbamos, este es tu bolso ¿No?— Midoriya le pasó un bolso de espalda a la chica y ella asintió tomándolo—

—Muchas gracias, vamos entonces— los dos chicos asintieron y salieron de hay juntos, dejando ese lugar atrás y llegando donde estaba Tokoyami, algunas personas que estaban afuera los aclamaban y les decían muchas cosas bonitas—

—Vamos o estas personas se los van a tragar con la mirada— mencionó un chico de cabello castaño claro que salía del auto donde se encargaba de llevar a cada lugar a los muchachos de la banda—

—Tsuburaba tiene razón chicos— mencionó la peliverde viendo a los tres chicos, para luego hacer que estos se adentraran al auto—

—Eh? Y Bakugou? Donde esta?— pregunto el chico llamado Kosei Tsuburaba, el chófer de la banda, era extraño después de todo, ese rubio explosivo siempre era el primero en querer largarse de los lugares a los que iban—

—El ya se fue— mencionó Tokoyami siendo el último entrando al auto—

—Oh, está bien— el chico de cabello castaño claro subió al asiento de piloto para así ponerse en marcha a la mansión de la banda—

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