ESE CHICO ES MUY DULCE

CAPÍTULO 18. DULZURA MIA

Akira Suzuki.

"Todo acaba por no importar y no nos importa que acabe"

Los días tibios llegaron, los días que nos habían hecho falta al fin habían llegado, no sólo para mí sino para las personas que significaban algo en mi vida.

Cuando llegamos a casa después de la cita, invité a Shima a quedarse en casa, lo aceptó me veía idiota pero...Tenía un poco de miedo de dormir y no encontrarlo al día siguiente, sin embargo ya habiendo cambiado nuestras pijamas y lavado nuestros dientes Shima se acurruco a mi, en la cama y su perfume natural me invadió el olfato dejándome caer en una somnolencia deliciosa.

-Me moría por estar así contigo cada noche anhelaba poder desearte buenas noches-me contó aquello Takashima y yo sonreí.

-Me pasaba igual, de echo todas las noches me costaba conciliar el sueño, solo podía pensar en ti, y en que pudimos hacerlo bien...

-Ahora podemos hacerlo mejor que en tus sueños-beso mi menton subio a mis mejillas y labios se acurruco y le abrace.

-Me vas a poner en aprietos si sigues así~ -le advertí sonriendo y acariciando sus costados y cadera.

-¿Y qué si es lo que quiero?-sonrio orgulloso levantando su mentón con aires de superioridad mirándome intensamente con esos ojos miel que me ponían de rodillas.

-¿Me estas retando acaso? Eso no es sano para ti
-le semi sonreí juguetón, él me devolvió el gesto y sin quitarme la mirada de encima como guardandome a fuego en sus pupilas se inclino con cuidado hasta mi cuello, donde me lleno de besos delicados y su humeda lengua se paseo por cada retazo de mi piel, dejando tras de si, un resabio tibio al contacto con esta, de la nada atrapo entre sus belfos el lobulo de mi oido, lo cual me puso aún más, ya que era de mis puntos sensibles.

Un arrollador escalofrío me recorrió de pies a cabeza, sonreí comenzando a moverlo atras y adelante por sobre mi hombria, él mismo comenzo a tomar el ritmo cada vez más apresurado, llevo entonces su mano a su propia hombria y comenzo a masturbarse frente a mi, yo decidi ayudarle a restregar su trasero en mi hombria mientras lo veía tocarse cada vez más desesperado.

-Akira..-la primera llamada -Akiraa-se dejo oir su voz necesitada, llamando, incitandome a tomarlo, se vino salpicando de su escencia mi cara, sonrei lamiendo aquello, él lucia tan sensual y erótico me levante tirandole de espalda a la cama besándole con amor y pasión, una pasión que acabo de encenderse cómo una tímida chispa y se volvía poco a poco en un incendio incontrolable.

-Por favor.. AKira... No aguanto más~ sólo entra yaaa~

-Lo que órdenes mi amor ~ -mis palabras eran de total ternura me fui introduciendo a su cálido interior hasta que quedamos completamente unidos.

Esa noche nos amamos, cómo debíamos hacerlo la primera vez, nos disfrutamos sin mediar más hasta quedar exaustos.

-Fue mejor de lo que imaginé.-Vervalice acariciando su brazo,

-Que pervertido...-dio un golpecito a mi hombro -¿Así que habías fantaseado conmigo?

-¡Cientos de veces, no lo podía evitar! -entone con franco orgullo.

-¡Ah, es una declaración, tan perturbadora cómo halagadora! Jajaja...-rio francamente y yo con él

Al siguiente día, los rayos del astro rey, tímidos entraron por la ventana

. Hacer el desayuno se convirtió en todo un evento, lo que antes era una actividad normal para no morir de hambre, ahora era un acto divino, entre mimos, besos y tonterías estaba nuestro desayuno.

La pesada carga que había sombreado nuestra existencia no existía más y nos regalaba una segunda y brillante oportunidad de vivir juntos.

—Ya me voy~
Hable a mi hermoso novio armado con mis cosas.

—Si~ .-respondio cantarin.

—Pero dame un beso.-lo recibí enseguida era delicioso.

—¿Otro más?.-se hizo Takashima el remilgon.

—Otro más para recordarte en todo el día.-pedi con ojos de cachorro.

—Esta bien~ -me dio un beso meloso. Así salimos los dos por diferente rumbo.—Ya me voy mi amor, mi dulce chico.

—Adios hermoso, cuidate~ te amo por si lo habías olvidado

—¿Cómo podría olvidarte? Eres lo único en lo que pienso.-le sonreí con sinceridad y nos alejamos cada cual.

"Ahora más que nunca estaba convencido de que la sinceridad de los sentimientos, era el único camino hacia la felicidad, al menos una que pudiera perdurar"

Llevábamos un mes en grabaciones y no había visto a Takanori, en ese tiempo, nos habíamos arreglado de tal forma que, nos viésemos lo menos posible pero esa tarde nos encontramos en el metro.

Le miré y me miró pero desviamos la mirada al mismo tiempo.

—¿Solo vas a mirarme  o dirás algo?.-como siempre Takanori tenía  más arrojó que yo, me sonreí asintiendo.

—¿Cómo has estado? .-era lo que más me interesaba en ese momento.

Takanori medito solo un segundo, sabiendo que aquello no era una mera formalidad.

—Bien.-me contestó con una sonrisa limpia y resplandeciente, comprendí entonces que era verdad.

—¡Me alegra! -hable con la misma sincera transparencia y con aplomo, el tren se detuvo y en un mudo acuerdo, bajamos una estación antes de la compañía, le lleve hasta una máquina expendedora de café y le invite uno.

—Ahora, ya puedo verte de nuevo a la cara.

-me confesó irrumpiendo la suave paz de esa mañana.

—Antes no era capaz ni de oír tu nombre, me odie y te odie a niveles insospechados y destructivos.

-se quedó parado en el medio de la calle, yo me había adelantado sólo unos pasos, adelante de él me gire a verlo.

—Pero cuando supuro todo ese veneno, regresé a todo lo que me diste a lo feliz que fuimos, lo que me amaste y la verdad fui dichoso contigo Akira.

'Yo sopese sus palabras y le sonreí '

—Tambien fui muy feliz Taka
'Tambien me sincero sobre lo que había vivido con él, mas me di cuenta que él tenía más que decir'

—Dado que tú eras dulce como la miel, calidecias mi corazón.

'se tocó el pecho'

—Me sentía unido y completo, es como si hubieras remendado al yo desecho que era. Y creo que obviamente, eso era lo que me dolía perder, llegué a pensar terriblemente que lejos de ti, no podría hallar la felicidad y ya vez nada está escrito.

'suspiro cansado'

—...y la decisión de ser felices reside en cada gramo de nuestra persona.

Esas palabras eras auténticas en Takanori, eran maravillosas con las que yo lo conocí. Además notaba  que hasta en su forma de vestir seguia gritando rebeldía y fuerza, esa actitud que fue la que nos unió a los dos en un principio.

—Ahora amo y me aman Yuu es alguien que siempre estuvo a mi lado pero no podía ver, al tener los ojos puestos en un mismo lugar. Se siente bien ya todo está en su lugar de ahora en más, ya podremos volver a ser amigos ¿Verdad? Los lazos están restaurados ? ¿Si?

—¡Sin duda alguna! Y no hay nada que desee más que ver de nueva cuenta tú sonrisa, me hace feliz.

—¡Gracias! ¿y contigo todo bien? -sorbio de su café mirándome de reojos.

—¡Si, por fortuna!-le sonreí y tome también de mi café.

Ahora el aura tranquila y amorosa, no solo me rodeaba a mí, sino a todas las personas que significaban algo en mi vida.