capitulo 4 Decisiones

29 2 0
                                    

Lidia, miraba desde arriba a Kumiko quien estaba en la biblioteca, escribiendo, la niña estaba planeando publicar un libro, "sueños raros para una niña noble".

Pensó, para sus adentros, pero algo le decía que no debía dejar sin observación a esa niña

-Marcos comentale al conde de  Filian que Kumiko necesita una amiga. -  Dijo con ojos fríos.

- como usted ordene- Respondió una mujer de cabello rojizo.

-¿Que estas haciendo?- preguntaba una niña de coletas, parecía menor que Kumiko, su aparición repentina la asusto.

-¿Quien eres?-

-oh olvide de presentarme, Soy Luciela hija del conde Filian, desde hoy seré tu doncella un gusto en conocerte.

¿Doncella? Nunca había escuchado de ella, lo único que sabia era que el conde era bastante retrograda, y solia apostar mucho.

-—Le dije que esperara en la recepción. Dijo Natalia con voz molesta.

—Lo siento...- Luciela miró hacia abajo con el rostro palido- yo... solo vi, la puerta.. - Mire a Natalia con el ceño fruncido.

—Parece que Conde le debe bastante dinero a la familia por lo que envío a su hija menor como garantía.

"Casi me olvido en que tipo de mundo vivo... la verdad pasó mucho tiempo en las nubes..."

—Bueno creo que no queda otra opción. ¿Por que no le enseñas?.-

Natalia entro en confusión pero asintió desganada. De verdad pareciera que no le gustaban los niños... pero cuando yo le pido un abrazo lo hace sin problemas y con gusto...

Volví a escribir mientras Natalia de llevaba a Luciela.

Tal vez había sido buena idea que Natalia le enseñara, la niña aprendía rápido, siempre intentaba hablar conmigo pero, yo estaba muy concentrada terminando algunos cuentos.

-¿Donde puedo encontrar una escritora?

—¿Por que no le preguntas a mi madre?- Dijo Luciela apareciendo de la nada.

—¿Otra vez te escapaste?- No importa ¿Tú madre?.

—Bueno mamá se tuvo que divorciar de papá por que...

—¿Era escritora?.

—no... pero sus amigas lo son la mayor parte, ella comparte bastante con ellas.

Luciela respondió, feliz de recibir la atención de  Kumiko. Luego de eso, Luciela no supo como llegaron al carruaje llendo en dirección a ver su madre.

Kumiko estaba dormida, y la tarde se filtraba por la ventana, no faltaba mucho para llegar a su casa, así que simplemente se mantuvo despierta.

Cuando llegaron, la madre de Luciela las esperaba, abrazo a su hija apenas llego.

el príncipe se enamoró de la villana de esta historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora