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Se despertó en  ese domingo solitario, en su cama pensando en chico de cabello negro que había entrado en su vida hace menos de una semana y había logrado agitar su mundo.¿De qué manera? Pues haciéndola feliz, ayudándola a olvidar sus problemas por al menos unas horas, o haciendo que trate de desahogar sus sentimientos.

Sus otros amigos también lograban distrerla y hacerla feliz, pero usualmente los veía solo los dias de la semana, y los sábados y domingos se ahogaba en su miseria. No podía obligarlos a estar con ella 24/7, ellos también tenían vidas, tenían padres, y problemas que resolver, aunque ellos hacían algo al respecto con sus problemas, en cambio ella solo dejaba que la atormenten.

Decidió levantarse de la cama y bañarse como solía hacer diariamente.

Toda su rutina era cansadora, siempre pensaba que en algún momento alguien la ayudaría salir de ese pozo, de esa rutina, de esos problemas que causaban destrozos en su cabeza.

Jamás se enamoró de nadie por que jamás se sintió suficiente para nadie. Los niños buscaban chicas mas bonitas, con bonitas mejillas, con lindos cuerpos, y hermosas sonrisas, pues suerte por que ella no era ninguna de todas esas cosas. O almenos eso creía ella, pues si había un chico que pensaba que era la persona mas perfecta del mundo, y solo bastaba que ella se de cuenta.

Sintio su teléfono vibrar en su bolsillos una vez que salió del baño, miro la pantalla confundida ya que decía el nombre que menos esperaba. Yeonjun.

Y solo sonrió, mirando el buenos días que el chico le había un enviado. Comenzaron una conversación trivial hasta que el chico envió un mensaje que a la menor le sacó la sonrisa mas grande. ¿Quieres que hagamos video llamada?.

Ella acepto inmediatamente y ahí estaba mirando el celular y hablando como una boba.

- Dile Hola a Eun-ji Keumi- tomo en brazos a su pequeña perrita.

- siempre quise tener una mascota, pero a mis padres no le gustan y además siento que es mucho trabajo y no puedo cuidar ni siquiera de mi misma - solto una risita.

- No digas eso ya mismo iremos a adoptar - a lo que la menor negó.

- No puedo tener una mascota, no estoy en mi casa en todo el día y se quedara muy solo - sonrió apenada - luego de que me gradué quizás si o quizás no.

- No te pongas triste - dijo - vamos a salir - se le o yo tan emocionado que la chica no se pudo negar asi que asintió- te llevaré a pasear por las calles de Seúl- trato de sonar como un guía turístico.

- ven de mientras me arreglo - el peli negro asintió a lo que ella corto la llamada para correr a su armario a ver que se pondría.

Hacia frío afuera debido a que era invierno en Corea aún.

Se vistió, se maquillo y espero la llamada de el chico quien en 10 minutos más llamo.

La menor bajo y allí encontró a el chico de cabello negro parado de manera genial apoyado en su auto.

- Hace mucho frío- se quejó el más alto- sube rápido puedes enfermarte - dijo el chico abriendo la puerta para la menor.

- Gracias - dijo la chica subiendo a el auto.

Hablaron, escucharon música, cantaron, bailaron, en ese momento la más bajita había olvidado todos sus problemas, todo lo que tenía en su cabeza desapareció, solo había una cosa en su cabeza, o mejor dicho un nombre Choi Yeonjun.

Nunca se había dado cuenta de lo feliz que la hacia sentir el chico. El la salvo, la ayudo cuando estaba ebria, la sacó de su casa para desayunar, pago su desayuno, la llevo a pasear para que no se ponga triste y la acompaño en los últimos días de su lucha, haciéndola recordar que no todo en la vida tenía que ser horrible, no todo era triste y oscuro, había momentos de luz también y esos momentos de luz los pasaba con el, riendo con el mientras el mundo solo desaparecía.

No estaba segura de que sentía por el chico, pero de algo estaba segura, no quería que ese momento acabe.

Luego de unos momentos llegaron a el centro comercial, donde comenzó la diversión real.

Fueron a los bolos, luego comieron helado, por que no importa que hagan grados bajo cero el helado se come igual, luego fueron a un arcade, luego descansaron un momento por que a la menor le dieron náuseas gracias a los videojuegos de zombies los cuales eran demasiados gráficos y reales.

- Eun-ji ¿Quieres vomitar? Te llevo a el baño - dijo tomando a la bajita por los hombros.

- No estoy bien, solo soy muy sensible con las imágenes- dijo para luego tomar un gran sorbo de agua.

El chico solto una risita a lo que la chica le siguió la corriente, ya que era consciente de que tener náuseas por un zombie era bastante patético.

Continuaron el día entre risas, hasta que llegó la hora de despedirse y para ser sinceros, ninguno de los dos queria decirle adios a el otro.

- Bueno aquí es cuando nos despedimos - miro apenada el suelo para luego mirar la cara de el contrario con una sonrisa - gracias por hacerme pasar un bonito día- dijo para abrir la puerta de el auto.

- No es nada, a decir verdad me gusta pasar tiempo contigo - sonrió mirando a la chica quien hacia lo mismo - gracia por ser mi amiga Eun-ji.

La menor le sonrió y luego se fue.

Definitivamente le encantaba la sonrisa de el chico.

Definitivamente le encantaba la sonrisa de el chico

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♧Just You♧ ( Yeonjun Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora