La familia Madrigal disfrutaba de una bella velada con toda la familia reunida en la cocina de la casa. Aquellas pláticas que no tuvieron el lujo de decirlas antes por miedo ahora eran lo más divertido que compartían como familia.
Mirabel, la más valiente de los Madrigal recogía los platos de cada uno de los integrantes para limpiarlos, al acercarse al fregadero, casita empezó a temblar de la nada, la familia miró con terror las paredes.
—Bruno, ¿Qué está sucediendo? — pregunto con temor Pepa, su hermana mayor.
—No lo sé, yo solo veo el futuro. — comento Bruno.
Casita se comunicó con Maribel y la abuela, indicándoles con sus cimientos dirigirse hacia un lado. Ambas no comprendieron su mensaje. Casita debería de tomar medidas extremas. Elevó el piso provocando que los Madrigal se levantarán de sus asientos, procedió a empujarlo a la salida dándoles un Déjà vu de aquel día en que su hogar se destruyó.
—¡Esta pasando otra vez! — grito Luisa
Con cada Madrigal afuera, esperaron el impacto de ver a su casa ser derrumbada. Pero no fue así, casita estaba más fuerte que nunca. Pero ella sabía que alguien más necesitaba su ayuda.
—Casita — llamó la abuela Madrigal.
—¿Qué sucede?Casita indicó con todo lo que podía las dos montañas separadas donde se encontraba el río, justo donde falleció el abuelo Madrigal.
—¿Por qué iríamos hacia allá?
Dolores saltó del miedo, sorprendiendo a la familia.
—Alguien necesita ayuda — comentó poniendo su mano en su oreja.
—La escucho... Una chica, en el río, Se escuchan a más personas. Esta... Sufriendo — susurro lo último con dolor.—Necesitamos ayudarla, vamos — ánimo Mirabel.
—¿Qué tal si son gente mala? — cuestionó Isabela
—¿Entonces porque casita nos pediría salir y ayudarla? — le respondió su hermana Menor.
No discutirán en eso, habían aprendido la lección y confiaría en lo que su casa les pidiera.
Cruzaron todo el pueblo causando revuelo entre la gente, los Madrigal a altas horas de la noche caminando a la única salida del pueblo que había. Alguna gente los siguió para ayudar, otras iban de chismosas. Dolores era la guía del grupo, hasta que el sonido llegaba a oídos normales de los Madrigal.
—¡Ayuda, por favor! — grito una chica.
Mirabel se adelantó, sus padres la llamaron preocupados de que se hiciera o le hicieran daño, eso no impidió que llegara antes al río. Delante de ella, una chica con vestimenta sucia y raspones en su rostro, cargaba en brazos a una pequeña de casi la misma edad que su primo Antonio y de su brazo se sostenía una vieja de un poco más edad que la Abuela Alma.
Las 3 cruzando el ancho río con esfuerzo. Ambas mujeres se miraron directamente, hasta que la chica contraria no pudo más y se desplomó en el suelo, protegiendo en todo momento a su familia. Mirabel corrió hacia ellas.
—Mar, ¡Mariana! — grito la anciana moviendo a la inconsciente chica en el suelo.
—Señora, ¿se encuentra bien? — pregunto Mirabel, ayudando a la anciana a levantarse del frío y rocoso suelo.
—Mis nietas, nos-nos atacaron en el pueblo. — Mirabel abrió sus ojos, la historia de sus abuelos se repetía una vez más.
—¡Mirabel! — escucho a su madre Julieta gritar.
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𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧'𝐬 𝐄𝐲𝐞𝐬 | «Camilo Madrigal × OC!Female»
Random( 🌷 ) ; ----------------------------------------- • • • Mariana llega al pueblo donde el encantó recide. La abuela líder de los Madrigal nota que la historia de amor que tenía con su difunto marido, volvió a renacer, ahora en su nieto Camilo y en l...