Las inquietantes semanas habían pasado volando, estaban a tan solo dos noches para que la boda de Dolores y Mariano se llevara a cabo. La familia Madrigal junto a los Rodriguez estaban armando las últimas decoraciones que llevarán al centro del pueblo para hacer la ceremonia nupcial y la celebración del matrimonio.
Durante esas semanas, Mariana y Camilo mantuvieron algo de distancia, se sentían un tanto incómodos por lo que había pasado aquella tarde junto al tío Bruno. Mariana solo le había contado a Isabela lo ocurrido, asegurándose de platicarlo en palabras claves para que en caso de que Dolores las escuchara, no pudieran decir nada.
—¿Entonces, este "camaleón" y tú estaban destinados a encontrarse o algo así? —pregunto haciendo una mueca con sus labios. Movió su mano para crear nuevos racimos de flores para que Mariana siguiera acomodándolos en un bello jarrón de barro.
—No lo sé, es complicado. Incluso llegué a pensar en nunca más volver a "jugar" con "el camaleón". Nuestra amistad realmente es rara.
—Sí, realmente lo es —Apoyo cruzando sus brazos sobre su pecho.
—Pero si algo sé, es que esos camaleones son realmente territoriales y fieles a su pareja, entiendo si quieres mantener la distancia de él, pero ambas sabemos que eso es imposible. El camaleón te quiere, y tú a él, ¿correcto? —pregunto levantando una ceja coqueta a su amiga.—¿Igual que a ti te gusta el hielo? —devolvió la jugada recargando su mano sobre la mesa de madera. Isabela de inmediato se ruborizó, aparto la mirada de la chica, intentando calmar su latente corazón desenfrenado.
—Por lo menos yo sí sé lo que siento por el hielo. Es fresco, amigable, hermoso y... realmente me hace sentir, yo misma —suspiro enamorada recordando a su secreta pareja. Mariana había descubierto el secreto de isabela sin querer, pero estaba feliz porque ella pudiera amar a un ser tan mágico y hermoso como lo era "hielo".
—Es lindo que puedas amar al hielo, es lindo que puedas sentirte libre —suspiro regresando a su trabajo con una mueca.
—En cambio, yo creo que estoy destinada a repetir una historia de amor que no es mía y ni siquiera sé si es realmente amor.—Piensas demasiado en eso, solo deja que fluya el sentimiento —sugirió Isabela.
Sin que ambas chicas supieran, el verdadero Camaleón madrigal estaba espiando desde afuera de la habitación, escuchando toda su conversación y las palabras claves que intentaba descifrar. Su sorpresa no fue que isabela estuviera escondiendo un amor secreto, fue que Mariana había aceptado la visión de su tío Bruno, lo estaba aceptando a él, a Camilo.
«Una historia de amor que ni siquiera era suya y no sabe si realmente es amor» pensó Camilo repitiendo las palabras de la chica. Él estaba dispuesto a crear una nueva historia de amor junto a ella si es que le permitía pasar su tiempo juntos. Respiro inflando su pecho, tomando la valentía para acercarse y poder aclarar sus sentimientos a Mar.
—¿Por cierto, Mar, qué tal van las cosas con Adrián? —Camilo se detuvo, volviendo a esconderse para escuchar lo que la chica tenía que decir.
—¿Adrián? Es un buen compañero, supongo —levanto sus hombros restando importancia.
Adrián era un muchacho de la misma edad de Camilo, Mariana y Mirabel, uno de los pocos adolescentes que había en el pueblo de Encanto. A pesar de que Camilo y Adrián eran muy buenos amigos, no pudo entender en que momento Mariana y él empezaron a formalizar.
—¿Supones? ¿Eso qué significa? —pregunto Isabela colocando sus brazos en Jarras.
—No lo sé, él realmente es lindo, alto, tiene un buen cuerpo —empezó a comentar Mariana moviendo a la par sus hombros.
—Creo que está tratando de acortejarme —Finalizo rompiendo el corazón de Camilo como si fuese vidrio.
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𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧'𝐬 𝐄𝐲𝐞𝐬 | «Camilo Madrigal × OC!Female»
Random( 🌷 ) ; ----------------------------------------- • • • Mariana llega al pueblo donde el encantó recide. La abuela líder de los Madrigal nota que la historia de amor que tenía con su difunto marido, volvió a renacer, ahora en su nieto Camilo y en l...