03 | Memorias

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3 MESES DESPUÉS

—¡Rosa! — Grito Mariana buscando por el patio de la casa de los Madrigal a su hermana pequeña
—¡Rosa!

Tres meses habían pasado desde la llegada de los Rodríguez a la casa de los Madrigal, durante ese tiempo pudieron crear una fantástica conexión con la familia principal del pueblo de Encanto, fueron sus inquilinos y protegidos durante ese tiempo. Ahora estaban a punto de abandonar la casita para mudarse a una propia que los ciudadanos del pueblo ayudaron a construir para los nuevos habitantes.

Mariana se sentía emocionada de pertenecer a un nuevo hogar propio, no estaba de mal vivir con toda la familia Madrigal, pero extrañaba el techo de una casa propia. La buena suerte hizo que por fortuna su nueva casa no estuviera lejos de la familia, La abuela Gloria podría ir y venir con facilidad a la casa para saludar a la abuela Alma; Mariana podría ir a visitar a los más jóvenes de los Madrigal, principalmente a Mirabel, Camilo e Isabela, que sorprendentemente con la última se volvió muy cercana y una confidente. La única que no entendía eso era Rosa, pues se había encariñado profundamente de Antonio, ambos dormían juntos en la misma cama, jugaban y merendaban al mismo tiempo. Básicamente se hicieron inseparables.

Eran como la abeja a la miel.

Durante un par de horas, Mariana buscaba a su hermana menor con la compañía de Mirabel, que al mismo tiempo buscaba a su primo menor. Amabas redujeron que estaban siendo cómplices.

—¡Rosa Rodríguez! —Grito más fuerte. Camino a la cocina donde el sonido de una ventana siendo abierta y un quejido hicieron eco. Mariana corrió hacia la ventana tomando de sorpresa a la chica que escapaba por la ventana
—¡Te tengo! ¿Ah? ¿Isabela? —pregunto sorprendiéndose de encontrar a la morena escapar de la casa.

—Hola —saludo con un tono agudo.

—¿Escapando otra vez? — se burló de Isabela con una sonrisa.

—Nos reuniremos en el bosque, regresaré en la cena —respondió en un susurro, mariana le sonrió en forma de aprobación. Mirabel llamó a Mariana desde las escaleras, escuchando sus pasos.

—Ve, sabes que te cubro —ánimo dejando ir a Isabela.
—Oh, y dale mis saludos —se despidió de la chica florista y cerro la ventana para que nadie pudiera ver a Isabela. Se giró sobre sus talones y finge seguir buscando a los chicos por detrás de las macetas y bajo la mesa.

—Mariana, ¿aún no los encuentras? —pregunto mirabel llegando a la cocina.

—No, he buscado por toda la casa y no logro hallarlos.

—¿Qué es lo que perdieron? —pregunto Camilo uniéndose a la conversación de las chicas.

—Camaleón —saludo la castaña con una sonrisa
—Rosa, ¿la has visto?

—¿o a Antonio? —Agrego mirabel. Camilo negó con la cabeza.

—¿Le han preguntado a Dolores? Creo que ella podría ayudar más —Sugirió levantando sus hombros.

—Le preguntaría, pero fue a visitar a Mariano, no quiero molestarla ahora. Debe de estar haciendo los planes para su boda.

La boda de Dolores y Mariano, un evento esperado por la comunidad de Encanto que se llevaría a cabo en tan pocas semanas. La abuela Gloria formalizaría la unión, esto se decidió cuando compartió que en antiguo pueblo donde habitaban ella era alguna especie de líder espiritual o religioso, a dolores y Mariano les encanto la idea de hacer su unión algo más espiritual y sin duda lo harían de esa manera.

—Me preocupa que haya ido demasiado lejos del pueblo ¡Ah, esa niña! —Mariana se quejó cruzándose de brazos. Camilo solo rio por su comportamiento molesto.

𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧'𝐬 𝐄𝐲𝐞𝐬 | «Camilo Madrigal × OC!Female» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora