Capítulo 7

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Leonardo Palmer

Guardo todo en mi maletín, el entrenamiento me agotó un poco, pero aún tengo algo de energía para ir con Mad. Hace unos días me invitó a casa de sus abuelos, mentiría si dijera que no estoy nervioso, pero soy Leonardo Palmer y sé disimular perfectamente mi nerviosismo.

Tomo un poco de agua. Me toca irme caminando, porque no me la viviré siempre en auto o en moto, y fue una pésima decisión. Tengo buena condición física, realmente la tengo, pero está haciendo mucho calor.

Hay ventajas con que mi casa no esté tan lejos, solo son unos treinta minutos caminando. No es tan malo, sería peor si me tardara más. Me puse mis audífonos y empecé a escuchar música mientras trotaba. No, no quise irme caminado.

Faltan solo unos cuantos metros y saco las llaves de mi maletín, mi pantaloneta no tiene bolsas y odio eso, pero es el uniforme del entrenamiento. No puedo ir en contra de eso, aunque quisiera. Meto las llaves en la cerradura de la puerta e ingreso a mi casa, todo está en paz. Mi madre está trabajando. Mi papá anda pescando con el tío Richard, siempre salen los sábados. Aurora salió al centro comercial con una amiga suya que ni idea de quién es. Y Rosy tiene su día libre.

Subo las escaleras y me quito la liga que sostenía mi pelo para que no me estorbara en la cara mientras entrenaba. Justo en el momento que buscaba mi ropa para ir a bañarme, un mensaje de mi madre llega a mi celular.

Ma <3

Recuerda no bañarte caluroso, puede hacerte daño.

Muy bien, abortamos misión.

Agarro mi pelota de básquet y comienzo a picarla en el piso, pero la tiro rápido a una esquina de la habitación. Bajo corriendo las escaleras y voy a la cocina por un poco de helado. Regreso a mi pieza y pongo una serie en mi computadora mientras puedo bañarme.

Cuando el capítulo termina, me voy a bañar. El agua fría recorre mi cuerpo y eso ayuda bastante a calmar mis nervios. Los cuales cada vez son más, pero los sigo controlando.

Salgo del baño y busco mi ropa para vestirme —sí, no la busqué. Fue muy tonto ¿verdad? —.

¿Qué se pone una persona normal cuando su ligue le presenta a su familia?

Necesito la ayuda de Aurora.

Agarro mi teléfono y le marco por video llamada.

—Aur...

—¿¡Qué haces semidesnudo!?

Hago una mueca hasta que entiendo a qué se refiere. Tengo mi torso desnudo y solo una toalla que rodea mi cadera. No da una muy buena impresión que digamos.

—Necesito tu ayuda.

—No puede ser.

—¿Qué?

—No usaste protección ¿verdad?

—¿Qué? —pregunto alarmado—. ¿De qué hablas?

—Serás imbécil, ¿cuántas veces ha dicho mamá que debemos usar protección?

—Espera... ¿debemos? ¿Acaso... tú? —pregunto, abriendo mis ojos como platos.

—No, Leonardo, no he tenido relaciones sexuales con nadie. ¿Desde cuándo es tan difícil para ti hablar de esto?

—Uf, me había asustado. Como sea, no llamé para hablar de sexo contigo, llamé para otra cosa.

—No pue...

—¿Quieres dejarme hablar, por favor?

—A ver —rueda los ojos.

—Madison me invitó a ir con ella a la casa de sus abuelos y no tengo ni la menor idea de qué ponerme.

Amor a escondidas [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora