Amor a escondidas [PAUSADA]

Capítulo 4

Si ya leíste esta parte, ignóralo, la subí otra vez porque en la versión pasada, había algo que no debía pasar todavía <3. 

Segunda parte

Después de dejar a Mad en su casa, nos dirigimos a la nuestra.

Subimos las escaleras. Mamá y papá trabajan entonces no se encuentran en casa.

Voy a mi habitación y dejo mis cosas ahí. Aurora va al de ella y luego entra a mi cuarto. No dice nada, entonces sigo fingiendo que acomodo algo en el escritorio.

—Soy bisexual —suelta de pronto.

Me quedo sorprendido frente a su confesión y giro sobre mis talones.

—¿Eh? —es lo único que logro decir.

—¿Sólo eso dirás? —empieza a jugar con sus dedos—. Anda, di algo más. ¿Crees que mamá y papá se enojen? ¿Tú estás enojado?

—¿De verdad piensas que me voy a enojar? El amor es el amor y nadie puede decirte de quién enamorarte. Pero deberías hablar con mamá y con papá. Ya sabes cómo son ellos, no se van a enojar.

—¿Y si...?

—Tranquila, habla con ellos cuando estés lista —acaricio su brazo.

—Hoy en la cena.

—Hoy en la cena será —sonrío.

—Gracias.

—Temo que la próxima noticia que me des sea que estás embarazada —dije asustado.

—Idiota —me golpea suavemente en la cabeza—. Apenas tengo catorce.

—Eso lo sé, por eso me da miedo.

—Tranquilo, que primero nacerán tus hijos.

—¿Acaso tengo un letrero en mi frente que dice que quiero tener hijos? —pregunto indignado.

—¿Acaso yo también lo tengo? —pregunta con las manos en su cintura.

—No, pero si gustas puedo escribirlo —me doy la vuelta y tomo un marcador negro que está en mi escritorio—. ¿Qué quieres que escriba?

—Nada.

En un movimiento rápido, termino por hacer un pequeño rayón en su frente y estallo en carcajadas.

—¡Idiota! ¿¡Qué hiciste!? ¡Dime por favor que no es marcador permanente!

Cuánto amor.

¿Verdad que sí?

Sí, somos unidos y las bromas nunca faltan.

Esta vez te pasaste.

¿Tú crees?

Mira su cara.

La volteo a ver y está como si quisiera echar humo por las orejas.

Bien, muchachos. Es hora de salir a correr.

—Creo que alguien no llegará a su cita.

Oh, oh. 

Y en un rápido movimiento salí corriendo y casi puedo escuchar la voz de mi madre diciendo: No corran en las escaleras porque se pueden caer. 

Pero no me importa mucho porque la fiera de mi hermana viene corriendo detrás mío. 

Tal vez no debí rayar su frente. 

¿De verdad piensas esto hasta ahora?

Shhhh. 

Llego corriendo a la cocina y salgo por la puerta de cristal que me lleva al jardín de la casa. Sigo corriendo y me escondo detrás de uno de los arbustos.