seis.

1.9K 242 83
                                    

El recibimiento que la línea de ropa tuvo fue más de lo esperado, tenían que hacer restock de algunas prendas y la sonrisa en Yaeri era gigantesca, no tan interesada en las ganancias, aunque siendo sinceros era algo que sí le importaba, se le veía más contenta luego de que Hwaren llamara para agradecer su preferencia y decirle que no sólo las ventas de la colaboración han sido altas sí no que más gente estaba visitando su tienda física para comprar ropa. La demanda creció tanto que ya empezaba a tener en mente el expandir y construir otras tiendas.
Fue así como Yaeri sintió que sus intenciones se cumplieron y ahora podía descansar, pero no tanto porque no podía descuidar los otros productos que ofrecía.

Chaewong no estaba en casa, cuando ella despertó no había nadie haciéndole compañia, podía jurar que lo sintió meterse en la cama.

Barriendo su habitación y acomodando su ropa, Yaeri descubrió la corbata de Jimin que traía la noche pasada. Sonrió aspirando su aroma y la guardo entre todas sus cosas.

Ahora que ya no tenía pendientes en la agenda, Yaeri estaba más determinada a poner manos a la obra con su siguiente propósito. El cual no sería sencillo, por el simple hecho de que quizá había esperado demasiado.

Sin embargo, nunca es demasiado tarde.

No fue la única que paso una buena noche, Jimin durmió con una sonrisa que todavía tenía en el rostro, aunque está no la mostraba tanto cuando estaba con sus trabajadores. El recordar a Yaeri hablar de sus ganas de aprender a cocinar solo por él lo hacían sentir importante y especial. Las palabras que su mejor amiga le dijo se borraron como humo dentro de su cabeza y solo tenía bien grabadas todas las que intercambio con Yaeri.

――¿Uh? ¿La señorita Yaeri no se tomó una foto con el señor Hwaren?
Hoshi preguntó leyendo el periódico.

――Sí lo hizo, ¿Por qué preguntas?

――Porque en el artículo qué escribieron sobre el lanzamiento de su línea de ropa pusieron una foto donde solo sale el señor Chaewong y el señor Hwaren.

――Que extraño.

――¿No es eso algo... Grosero? ――Hoshi intentó no incomodar  a nadie pero todos le miraron juzgantes cuanto esa pregunta salió. ――Digo ella es la que diseño toda la ropa y esto... Parece que lo están haciendo ver como si él lo hizo.

Daiji suspiro. ――Te meteras en problemas si vas por ahí diciendo cosas como esas. ――Nadie que trabajara ahí creía que Chaewong era una mala persona. Por el simplemente hecho de que llevan años conociendole y jamás le han visto actitudes cuestionables. ――El Jefe Park dijo que la señorita Yaeri no se encontraba bien anoche, sí el señor Chaewong se dio cuenta de esto quizá pidió que cambiarán la imagen para que ella no se viera afectada.

Lo que Hoshi alcanzó a escuchar de la conversación que sostuvieron la pareja de prometidos permanecía en su mente y no podía engañarse a sí mismo, quería decirlo, quería contárselo a todos, pero los regaños de Daiji serían tan severos que temía perder su trabajo. Prefirió callar y dejar que lo que escucho, se esfumara con el tiempo.

Kwengyu, la agente que se encargaba de darle mantenimiento a las cámaras soltó un "Aw" cuando leyó la información en su celular. ――¡Oigan, todos! ¡¿Ya vieron las buenas noticias?! Nuestra Señorita Yaeri es la favorita de Dios, sin duda.

――¿De qué hablas?

――¡Está en los foros de noticias en Internet! Ayer por la noche el Señor Chaewong fijo la fecha de su boda, será el próximo mes.

Como balde de agua fría, le cayó encima de los hombros borrando cualquier expresión del que estaba tan resplandeciente esa mañana. Era un chiste, ¿No? Luchando por no tartamudear quiso saber más. ――¿El próximo mes?

the guardian. pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora