Promises Of Avalon: The Grand Quest

Capítulo I: La estudiante transferida

Oscuridad.  Eso es todo lo que podía notar Kai. Ni siquiera podía ver sus propias manos. Fue entonces que se dio cuenta que tenía los ojos cerrados

Al abrirlos, lo primero que observó el chico fue un paisaje que veía mucho últimamente. Todo estaba oscuro. Se encontraba de pie sobre un puente, y frente a él se observaba una gran estructura, siendo esto lo único que se podia observar

Su observación fue  interrumpida por un ruido, proveniente de enfrente a donde se encontraba.

-(Ah.... este lugar es....)- pensó Kai mientras veía la escena frente a él: Una puerta gigantesca de madera con un anciano frente a ella. A pesar de la edad que aparentaba el hombre,  vestía una imponente armadura,  con una espada enorme frente a él en la que apoyaba sus manos. Esa espada había sido la causante del ruido al golpearla sobre el suelo de piedra

-Para avanzar debes entregar tu posesión más preciada. Todo aquel que desee entrar en La Torre Legendaria debe pagar un precio. Una parte de su alma-

-¡Ni siquiera sé de qué estás hablando!- Respondía Kai mientras miraba al hombre. Pero en ese momento sucedió. El puente donde se encontraba parado el joven empezó q desmoronarse,  provocando que cayese hacia una oscuridad sin fin.

-¡AHHHHH!- Se despertó Kai gritando en su habitación. Sentía una sensación dura en la espalda, y al darse cuenta de que estaba en el suelo, llegó a la conclusión de que se había caído de la cama durante el sueño.

-Demonios, nuevamente eso... Digo que es un sueño, pero bien podría ser una pesadilla-

Levantándose aún medio dormido, tendió rápidamente su cama y se dirigió al baño. Aún con un poco de sueño,  miró su reflejo en el espejo. Su cabello rojo oscuro estaba desordenado,  y tenía unas pocas ojeras. Sus ojos verdes tenían muy poco brillo. La razón de esta se remontaba a un mes atrás.

A su mente vino un pequeño flashback. 

-Kai- le llamó un día su padre -Tu madre y yo debemos mudarnos al extranjero por trabajo, pero no podemos llevarte con nosotros-

-¿Eh?- Respondió sorprendido Kai, un poco en shock -¿Así tan repentinamente? ¿Y qué voy a hacerme yo?-

-Por esa parte ya lo tengo cubierto- Contestó su padre de manera calmada -Tu hermana y su hijo van a vivir aquí, se harán cargo de ti en ese tiempo. No deberías tener ningún problema, ya que el chico tiene tu edad-

Después de vivir eso, su mente volvió al presente. Se dio una ducha rápida y se vistió con una sudadera negra con una camiseta blanca debajo, unos pantalones grises y unos zapatos de color rojo oscuro. Ya que sentía hambre, bajó a por el desayuno,  viendo que ya su hermana y su sobrino ya estaban allí.

-Hey- Saludó el pelirrojo a ambos.

-Hola Kai- Respondieron ambos

-¿Qué hay para desayunar May?- Preguntó Kai  -Estoy muriendo de hambre-

-Tienes unas tostadas con mantequilla y un poco de jugo,  además de unos huevos fritos- Respondió su hermana con una sonrisa mientras le servía el desayuno a Kai y a su hijo. May Parker,  de apellido de soltera Evans,  era una mujer que apenas entraba en sus cincuenta. Era pelirroja igual que su hermano, aunque sus ojos eran negros. Por lo demás era bastante parecida a su hermano. Se había casado a los 20 años con su esposo Benjamin Parker, y 13 años después tuvo a su primer y único hijo Peter Parker. Desgraciadamente,  Benjamin,  Ben, como May lo llamaba de cariño,  había fallecido hacía 3 meses, razón por la que May aceptó sin pensar cuidar a su hermano pequeño mientras sus padres no estaban.