El pasado de Skipper (Los pingüinos de Madagascar)

Capitulo 27: ¿Otro misterio?

Narra Mort

Después de haber despertado de aquel leve coma, mire el lugar y la situación; estaba en una habitación color blanca, a un lado mío, una máquina la cual mostraba mi ritmo cardíaco, indicando que uno de mis órganos vitales (el corazón), estaba un poco débil, pero no lo suficiente como para matarme. Entonces me acordé de todo.

- Vaya Capitán, al fin despierta, no duró mucho en coma, sin duda es muy fuerte, recibir varios disparos a punto de tocar su corazón y desangrarse demasiado al parecer no es mucho problema para usted.

- ¡Cora!, me alegra a que tú hayas salido ilesa de toda esta masacre - dije mientras ella se acercaba más a mi - ¿Cómo están los demás? - pregunté de forma sería, notando un cambio de actitud en ella, de uno alegre a uno muy triste, para después mirar hacia el suelo.

- Algunos que fueron rehenes y otros que fueron villanos están en situaciones críticas, también fueron afectados miembros de la agencia, pero lo peor es que Skipper se quedó en el terreno enemigo, ese lugar explotará dentro de poco, Skipper, él no tiene salvación - esas palabras cayeron a mí como otro balazo, uno que me dejó inmóvil, lo que decía Cora no podía ser verdad, ¡No debía ser verdad!, ¡Eso era una mentira!

Por no querer aceptar tal cosa, sólo me quedaba poner mi mente fría y decidír levantarme, pero al primer movimiento solté un quejido, me dolía el pecho, apenas si podía moverme.

- Capitán, deje que yo lo ayude, está muy herido, apenas puede moverse - no me quedaba más que aceptar, ella tenía toda la razón, mi herida fue algo grave, ni siquiera se cómo salí del coma tan rápido.

- Está bien, tienes razón en lo que dices, pero estando afuera me das un palo para caminar yo sólo.

- Se nota que es orgulloso capitán, pero, no tiene que serlo en este momento, de hecho es admirable a que siga con vida, aunque si eso quiere está bien, al salir de aquí, le daré una muleta para que pueda caminar.

- Gracias - fue lo último que dije y ella me ayudo a salir, al estar afuera de aquel submarino, noté que algunos iban cargando camillas por aquellos que no habían despertado aún y otros checando a estos seres queridos que aún estaban inconsciente, otros más viendo directamente al mar, y yo, haciendo lo mismo, pero, poniéndome adelante de todos, empezando a pensar en que tal vez Skipper aún haya tenido tiempo y logré escapar antes de que explote por completo el lugar, pero, de repente se oyó un estruendo a lo lejos y como si de un volcán se tratase, el agua subió con fuego, lanzando pequeños trozos de aquella guarida hacia acá y lo más doloroso de todo, sin quitar la mirada de en frente, caía un trozo hacia mi, sorprendiéndome mucho porque caía en mis pies la única prueba de que Skipper había recibido el impacto, su arma más valiosa, la welbrock - ¡¡¡Skipper!! - escuché gritar a muchos, mientras otros caían al suelo, así que, mire el arma por un momento, para también caer sobre mis rodillas, rendido completamente al suelo, agarrando el arma con fuerzas y echarme a llorar en silencio, ya no había nada que podamos hacer, Skipper, mi mejor amigo había muerto...

¡¡¡NOOO!!!, ¡Skipper! - escuché un grito desgarrador a mis espaldas, al voltear vi a aquella gatita, María. Skipper me contó un par de veces que nunca lloraba en frente de los demás, que siempre era fuerte ante cualquier situación; y ante las cosas más difíciles de la vida, ella las afrontaba con una mirada neutra; pero ahora estaba llorando y gritando de dolor, tirándose al suelo y golpeandolo con sus garras usando todas sus fuerzas, lastimandose así misma, no cabe duda, ver aquella escena, aquella imagen, me causaba aún más tristeza, María por primera vez en su vida había perdido el control.

- María - susurró lo suficientemente alto aquella águila real, Mirey, pues estaba sorprendida al ver a su mejor amiga de esa manera, así que no tardó mucho para acercarse a ella e intentar abrazarla, pero María no sé dejaba, sólo golpeaba el suelo, haciendo que sus garras empezarán a sangrar.