Capítulo 1: Resplandor.

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Sentí... Un resplandor brillante en mis ojos, era muy intenso, Blaco, en medio de la tiniebla, se acercaba a mi, rápido.
Abrí mis ojos, ¡Maldición! - pensé- olvidé cerrar la cortina de mi habitación en la noche, había amanecido y la luz de la mañana golpeaba mi cara y me dificultaba abrir los ojos, me levanté rápido y la cerré de mala gana, últimamente me sentía de muy mal humor al despertar y esto no ayudaba.
Revisé mi celular al regresar a la cama, lo que faltaba... - murmuré - aún falta medía medía hora para que suene mi alarma y levantarme a ir a la escuela de arte.
Intenté dormir de nuevo, pero se me dificulta mucho, y se me pasó rápidamente el tiempo que me quedaba para dormir, dando vueltas en la cama.
Sonó la alarma y con rabia la apagué rápido, ya que estaba despierta, tomé mi celular y miré redes sociales unos 10 minutos y me levanté.
Salí de la ducha y me dispuse a escoger mi outfit, cosa que es estúpida porque siempre me pongo lo mismo, además de que encima de mi ropa debo llevar un overol gris ya manchado con pintura, arcilla y otros materiales, por lo tanto solo puedo ponerme ropa cómoda y no tan abrigada o gruesa para mí comodidad, así que tomé el mismo pantalón negro, holgado, que va hasta la mitad de las pantorrillas y el crío top amarillo de casi siempre.

Se supone que debería despertar a mi hermano menor para que me haga el desayuno mientras yo me visto, pero siempre tiene mucha pereza de levantarse y me hace llegar tarde, así que voy a la cocina, me preparo unos huevos revuelto, frito una arepa y caliento el café, mientras desayuno voy corriendo por toda la casa guardando mis materiales en mi pesado maletín, termino de desayunar, voy por mi abrigo, tomo mi billetera, tarjeta del metro, celular, cargador, audífonos y llaves y los guardo en mis bolsillos. Salí de mi apartamento y caminé a la estación de metro más cercana a unas 4 cuadras.

Cuando por fin me subí al metro, descansé, le envié el mensaje a mi madre de que ya iba en camino a la escuela, ya que se preocupa mucho por mi y tengo que avisarle todo el tiempo donde estoy. Son las 9:30 de la mañana y debía estar por tarde a las 10:30 en la escuela, realmente iba a tiempo, aunque el viaje era muy largo, porque mi escuela quedaba en el centro de la ciudad y yo vivía en uno de los costados más lejanos de esta.
Saqué mis audífonos y puse música, necesitaba poner algo que fuera divertido y dinámico, pero casi que daba igual porque me iba a dormir, puse la vieja confiable, doja CAT, más específicamente Candy, de esta artista, adoraba esta canción. Recosté mi cabeza hacia el lado de la ventana y pronto me quedé dormida de nuevo, era increíble cómo podía dormirme en un metro en movimiento, sentada en una silla dura, tan rápido, pero no en mi cama en la mañana. Suelo ser tan contradictoria.

Desperté una estación antes de llegar a la escuela, gracias de nuevo a el resplandor del sol en mi cara, aunque ya era costumbre, la rutina era tal, que mi cuerpo ya sabía donde debía bajarme y me despertaba tan pronto como llegaba a la parada, pero no antes de eso.

Me bajé, con mi pesado maletín, ya tenía muy adolorida la espalda y los hombros de tener que cargar tanto, pero bueno, pronto iba a terminar este semestre y podría descansar, y quizá buscar una manera más cómoda de llevar todo esto.
Entré a mi clase, e hice lo mismo que estas últimas semanas, completar mi proyecto, últimamente hacía una escultura, quería representar algo colorido y fluctuante, por lo tanto opté por esculpir hongos en arcilla, cada uno más torcido, brillante y con una forma más compleja que el otro y se complementaban entre sí, siempre he tenido una fascinación por los hongos, me parecen hermosos y me hipnotizan, Cuando pienso en ellos, se viene a mi mente un resplandor, color, acritud y personalidad, que es lo q tienen cad auno de ellos, ninguno es igual al otro, además de que me transportan a un mundo mágico, llámenme infantil, pero creo en la magia y las hadas y desde pequeña siento un llamado mágico, claro, eso cuando era una niña más que nada, ya casi soy una adulta y creo que en mi no hay mucho que sea mágico en realidad, pero al menos mi fijación hacia los hongos tiene un transfondo tierno...
Me perdía entre mis pensamientos sobre estas maravillosas posibilidades que se abrían en un mundo mágico, como el de Alicia en el país de las maravillas cuando me di cuenta de que se me hacía tarde para ir a mi trabajo, normalmente en esta escuela, mi familia y yo, pagamos para que pueda estudiar, al igual que el resto de estudiantes, hay una hora de entrada, pero no hay una hora de salida, si terminaste lo que debías hacer, te vas y ya, te puedes quedar horas y horas, o solo un rato, o venir a pasar el rato con tus amigos en irte, no importa, igual si pierdes el semestre eres tú quien pierde el dinero.

Tomé mis cosas rápidamente, me cambié la ropa y salí para el minisuper, llegué a las 3 de la tarde allá, para tomar el siguiente turno, cuando me di cuenta de que no hable con David en todo el día, he está tan distraída últimamente que olvidó que tengo un novio y que debo hablarle, lo llamaré.

- Alo?- contestó-
- Alo, hola mi amor.
- Aine?
- ¿Quien más te llamaría a decirte, "hola mi amor"?
- ah si...
-¿Que pasa? Te noto molesto.
-Lo siento, pero ¿Cómo esperas que no esté molesto si no me hablas en todo el día? Te escribí esta mañana y aún no miras los mensajes siquiera.
- Ooooh, perdón amor, discúlpame, en verdad he estado muy distraida últimamente, y olvidé por completo hablarte.
- ¿Tan importante soy que te olvidas de mí?
- Cielo, no creo que debamos pelear por esto, solo... Ya sabes, no me siento muy bien últimamente.
- Tienes razón, en que no deberíamos pelear por esto, y te entiendo, solo espero que no se repita, ¿Ok?
- Está bien cariño, no se va a repetir, te dejo, porque debo entrar a trabajar, te deseo un muy buen resto de día, apenas salga del turno te escribo, ¿bien?
- Claro amor, luego hablamos, bye.
-Bye.

Trabajé hasta las 9 de.la noche, por suerte el minisuper quedaba en la misma cuadra que mi edificio, así que no era un problema la hora, además, que las horas nocturnas que hacía, me las pagaban mejor.

Llegué al apartamento, cené con mi familia y me fui a mi habitación. Me tumbé en la cama y le escribí a David.

-Hola cielo, ya llegué a mi casa, cené y me puse la pijama.
Cómo estás?

-Hola bb, te extrañé.
Estoy bien
Quieres salir mañana?

- A qué horas salimos?

- Puede ser después de que salgas de la escuela, mañana descanso.

- Tendría que buscar que alguien me cubra.

- Claro.
Avísame cuando consigas que alguien te cubra.
Si no, pues lo dejamos para el fin de semana.

- Vale, voy a hablar con Miranda a ver si me cubre.

- Vale, me voy a dormir, te amo.

- Yo a ti amor.

-Descansa.

Me quedé dormida de nuevo, aunque mi día de mañana sería igual que este, a excepción de si logro cambiar turno con Miranda, por lo general es como un bucle temporal, un día igual al otro.

Tu nombre significa resplandor en  gaélico Aine, el resplandor de tu alma, aún eres mágica, decía la luz, que suelo, tanto últimamente, como un llamado...

Aine: El llamado del bosque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora