Siempre he adorado las vacaciones, es decir, ¿a quien no le gustan?. Pues especialmente aquí en México la semana que esta por terminar y la que sigue se les conoce como semana santa pues cuando la iglesia lleva a cabo sus festividades. La mayoría de los habitantes de la ciudad se trasladan a Mazatlán, Sin. Pues no pierden la oportunidad de estar con sol, arena y mar. Afortunadamente yo no fui la excepción a esto.
Sin embargo mi viaje seria un poco diferente. El día miércoles primero de Abril emprendí mi viaje en compañía de mis padres y mis abuelos hacia un no tan pequeño pueblo a una hora de Mazatlán llamado San Ignacio, justo ahí nos hospedariamos en un pequeño pero pintoresco hotel. El motivo de nuestra "escapada" era visitar a la familia que cada año se reunían para pasar las fiestas de pascua en otro pueblo mas pequeño llamado "La labor", este lugar se encontraba a tan solo 5 minutos de donde nos encontramos.
El miércoles llegamos a la labor aproximadamente a las 7 de la tarde o a las 8 en horas de mi hogar (en Sinaloa es una hora menos que en Dgo) por lo que decidimos simplemente llegar a saludar y así lo hicimos para las 9 de la noche nos encontrábamos instalandonos en nuestro hotel.
Para nuestra buena suerte en el pueblo se encontraba la feria que porsupuesto no es nada comparada con la de Dgo. Pero igual de colorida y la gente abundaba. Dimos un pequeño paseo por la feria y terminamos cenando en una fonda.
El día jueves 2 de abril muy temprano por la mañana mi papa, encargado de levantarnos, decidió que desayunariamos en un pequeño lugar al que llamaban "El Lodazal" a pesar de su nombre la comida estaba deliciosa pues se podría decir que todo era "real" ó "de a deveras", pues la procedencia de los alimentos utilizados es 100% natural. Después de eso como era de esperarse, mi padre condujo a la labor donde nos encontramos con tíos y primos en abundancia. Entre charlas y risas, los hombres de la familia decidieron que lo mejor era comer carne de puerco por lo que se dispusieron a prepararlo. Ya mas por la tarde nos trasladamos a un arroyo que esta en el pueblo y vimos algunas carreras de caballos. Regresamos al hotel por eso de las 10 de la noche pues las ultimas horas de nuestra estancia ahí se fueron mientras mis tíos cantaban con un karaoke que mi papá y yo habíamos preparado anteriormente.
Viernes por la mañana, nos arreglamos y recorrimos las calles de San Ignacio comiendo algunos raspados, conocimos una es ultura de cristo (tipo la de Río de Janeiro) y a las 2 de la tarde nos cambiamos de pueblo. En el mismo arroyo del día anterior se encontraban bastantes personas rodeando una arena circular hecha con paja pues estaba por comenzar la mas popular tradición de ahí: peleas de gallos.
Alrededor de una hora después en donde se ganaron y perdieron peleas regresamos a la casa donde todos nos reuníamos y pasamos la tarde entre pláticas y karaoke.
Sábado por la mañana muy muy temprano a mi padre se le ocurre que podríamos trasladarnos a Mazatlán a lo que por supuesto no nos negamos.
Así emprendimos el camino hacia el mar azul de la ciudad de Mazatlán, arribando en un hermoso hotel, Ramada Resort, para nuestra "buena" suerte, ni mi mama ni yo traimos trajes de baño así que después de desayunar en el restaurante mas famoso de Mazatlán (y de Durango), el Panamá, salimos a las calles a comprar alguno que nos gustara, y así lo hicimos. Lo que resta de la tarde la pasamos en la alberca y el mar, a las 6 de la tarde mis padres tuvieron que volver a San Ignacio para recoger todo el equipaje (si, habíamos viajado sin el) y despedirse por todos de todos los que se habían quedado allá.
El día de hoy (domingo 5 de abril) pasamos la mañana en la alberca del hotel y desayunando en un delicioso buffet, a medio día entregamos la habitación y dimos una vuelta por la ciudad tomando diferentes fotos. Por ultimo alrededor de las 5 de la tarde tomamos camino para regresar a Durango.
He de decir que me la pase muy bien, pues ya tenia bastante tiempo sin ver a mi familia de por allá y bueno el mar no le hace daño a nadie.
Por supuesto esperaba varias cosas mas con ver a una persona que es muy especial para mi pero que lamentablemente no pudo viajar pero como todo, tiene sus partes malas.
Las partes buenas fueron excelentes, conocí a niños tan maravillosos que me enorgullece que sean mis primos y ver a mi papa tan feliz y relajado me hace ver que las cosas buenas de la vida a veces son tan simples.
En conclusión, se debe disfrutar cada una de las cosas que nos pasan, sean del nivel que sean, siempre que te hagan sentir bien y a veces aunque no pues de una u otra manera siempre aprendes algo.
Buenas noches.
-Valeria Velázquez
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Un Día en mi Vida
RandomSer parte de mi vida podría no ser interesante en absoluto. Más que nada es un desahogo para mí, es mas fácil escribir aquí que en otro lado.