¿Quien pensaría que del odio al amor hay un solo paso?
Mía Wilde, conocida por ser una de las chicas más guapas y populares con su grupo de amigas. Tiene el novio "perfecto" y una vida de ensueño
¿Que más podría pedir? Ah ya, que Ian Baker no existi...
7:30 am suena mi despertador, quería quedarme en mi cama y seguir durmiendo pero no podía, solo tenía media hora para alistarme ya que había atrasado la alarma para poder seguir durmiendo y valió la pena al menos unos minutos pero ya era hora de levantarme.
Salgo de mi cama y me dirijo a mi clóset para buscar lo que me iba a poner, tenía educación física a primera a hora así que opte por ropa deportiva:
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Salgo de mi cuarto y me dirijo a la cocina para desayunar. Ahí me encuentro a mis padres ya desayunando, mi padre leyendo un periódico y mi madre con su celular
-Buenos días- les digo amablemente
-Hola Mia- dice mi madre sin despegar su vista del celular- ¿Cómo dormiste?
-Bien.. ¿Ustedes no deberían estar trabajando?- les pregunto
-Estabamos esperando que bajes- dice mi padre mientras deja el periódico en la mesa
-Por cuestiones de seguridad vamos a tener una palabra clave- dice mi madre
¿Una palabra clave?
Mis padres al ver mi cara de confusión me explican sobre ella
-La palabra clave o de seguridad la usaremos en caso de emergencia- dice mi madre
-Mira, imaginemos que se meten personas a la casa y estás sola, lo primero que tenes que hacer es llamarnos, decir esa palabra y así poder saber que está pasando algo sin tener que decir tantas cosas, es más rápido y seguro
-Solo tenes que usarla en caso de emergencia- dice mi madre, yo asiento con la cabeza
-¿Y que palabra va a ser?- pregunto con curiosidad
-La que vos queras- dice mi padre
Mmm.. que palabra podría ser
La verdad es que mis padres se equivocaron en decir que yo elija la palabra, yo que soy una de las personas más indecisas
Pero bueno, tengo que pensar...
-Mm.. que tal diamante- mis padres me miran raro- Oigan no me miren así, ustedes me dijeron que yo elija y esa palabra se me ocurrió
-Bueno no es tan mala palabra- dice mi madre- En realidad me gusta
-Bien, ya que tenemos la palabra ahora tenemos que decir nuestros nombres- dice mi padre
-¿Esto es necesario? Digo por qué con decir mi nombre basta y sobra- les digo
-Es muy necesario, no sabemos de qué es capaz de hacer, podría hackear nuestras llamadas o nuestros celulares- dice mi padre
En cierta parte tenía razón pero creo que estaba exagerando un poco
-Entonces.. ¿como querés que sean nuestros nombres?- me dice mi madre- He visto muchas películas así y siempre veo que se ponen nombres de pájaros o de flores, también de personajes ficticios o hasta de dioses mitológicos
