Sex Machine

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Al llegar a casa el silencio reinó, no tenían nada de qué hablar así que cada una se fue a su habitación, Chaeyoung iba feliz ya que había sacado la nota máxima en un examen importante.

Y Mina, pues...

Ella estaba enojada con el mundo entero, su madre la llamó para decirle que en algún momento de la semana la iría a visitar y no lo quería, detestaba la idea de tener que estar cerca de una persona como ella. Si, es su madre pero eso no hace que olvide las rabias que le hizo pasar en toda su niñez y adolescencia.

Luego de dar un portazo al entrar se lanzó a la cama enterrando la cabeza en la almohada para luego gritar, si había alguien en todo el mundo a la que no quería ver nunca era a su madre, y debía comportarse como una idiota que la quiere para que después no esté hablando.

Porque a su progenitora encanta hablar de su hermano ya que éste "si la trata como se lo merece", está detrás de todo el dinero eso es lo que Mina siempre ha creído y seguirá creyéndolo por el resto de su vida.

A ella no le interesaba absolutamente nada que tuviera que ver con su familia, cada que alguien le preguntaba ella contestaba como si fueran las personas más unidas del mundo pero no era así.

Su hermano y ella sabían de las cosas que era capaz la mayor para mantenerlos callados sobre lo que sucedió hace unos cuantos años atrás.

Se dio la vuelta para mirar hacia el techo, estaba más entretenido que la oscuridad de la almohada.

De la nada comenzó a pensar en la coreana, se veía bastante feliz pero no le dijo el por qué tal vez si lo sabía también estaría de buen humor aunque cree que nada la hará sentir bien.

Después de estar media hora viendo hacía el techo su estómago rugió, se le había olvidado almorzar por culpa de una clase, y cuando fue a decirle a Son que fueran a comer se dio cuenta que no llevó dinero.

Así que se mantuvo callada en todo el camino, esa fue su razón pero no sabía la de la contraria.

Mordió su labio inferior y se levantó de la cama, al abrir la puerta escuchó como la puerta de la habitación de la menor cerraba, así que salió puede que a buscar comida o a vigilarla, sonrió y dio dos pasos hacia delante, quería escuchar y saber que era lo que iba a interrumpir.

Pero nada, ningún sonido que le indicará lo que estaba sucediendo dentro de la habitación, apretó los labios y con toda la valentía que reunió pegó la oreja a la fría puerta.

Una risita detrás suyo la asustó, pegó un brinco y se giró encontrándose a Chaeyoung de brazos cruzados viéndola directamente a los ojos,— ¿Me estas espiando? —. Estaba sonrojada, podía sentir como sus mejillas ardían,— Si quieres puedes entrar voy a ver una serie —. Asintió y abrió la puerta, Son pasó a su lado, sus ojos se cerraron al sentir el aroma del perfume.

No lo iba a admitir pero le gustaba pasar tiempo con ella, la quiere y puede que parte de su cariño sea porque tienen los mismos gustos o porque no importa en qué circunstancias se encuentren cuando ambas se miran a los ojos todo se bloquea.

Sabe que a Chaeyoung le pasa lo mismo y se siente bien al saber que consiguió a un abuela chica,— ¿Desde cuándo ves series? —. Preguntó mientras se acurrucaba entre sus brazos,— Que yo recuerde eras más de películas, cortos, tal vez porno —. Un golpe le fue propiciado en la pierna, por venganza apretó su muslo interno sacándole un pequeño gemido que la hizo reír.

— Deja de hacer eso, estoy cansada y no quiero tener que... —. La mano de Mina subió hasta que llegó a su abdomen acariciándolo levemente, su vista está fija en la televisión esperando que pasará la intro, Chaeyoung tragó grueso, la mano traviesa de Mina se posó en su vientre bajo ando leves caricias por esa zona.

No sería capaz de tener sexo ahora, estaba muy cansada por el examen y porque no ha dormido en varios días por no poder dejar de pensar en la misma chica que ahora mete la mano dentro de sus pantalones, puede sentir como sigue la línea del borde de su ropa interior, sus caderas se mueven de la nada hacia derecha haciendo que el dedo que de manera juguetona y divertida trazaba líneas en su muslo, aterrizará directo en su clítoris.

Volvió a gemir esta vez un poco más fuerte, parecía un quejido que se prolongaba por cada roce casi imperceptible,— No que no querías —. La manera en que lo dijo fue burlona, se estaba riendo suave como siempre lo hacía, se veía tan delicada y por unos instantes olvidó que tenía la mano dentro de su pantalón.

Si la belleza de Myoui no era suficiente, tenerla en la oscuridad con el único medio de luz sea el televisor, es hermoso ver cómo la luz de éste se refleja en su rostro. Parece que es ella la que está brillando,— Tú haces que quiera pero prefiero estar viendote, me impresiona tu belleza —. Las mejillas de la mayor se sonrojaron, ya estaba harta de que le hiciera eso.

Era la primera persona capaz de hacer que su corazón estallara con tan solo una mirada o un comentario que lo escuchaba mucho pero no le daba importancia, era como su punto débil y si había algo que detestaba era tener uno,— No comiences a ser cursi, recuerda que solo fue una vez —. La calló, antes de separarse los brazos de Chaeyoung la envolvieron impidiéndole alejarse, gruñó pero a los pocos segundos cerró los ojos concentrándose en el aroma ajeno.

— Pudo ser una sola vez ¿Y que? —. No quiso contestar porque si lo hacía discutirán y las cosas estaban tan bien,— ¿Siempre va a ser así? —. Preguntó, la miró con el rabillo del ojo y la besó como respuesta.

Al separarse sonrió un poco,— Te dije que no pasarás por la puerta fue tu problema y ahora atente a las consecuencias de tus actos —. Cortó la conversación para luego sentarse en su abdomen e inclinarse a besar esos labios carnosos, cada que quería tomar aire jalaba en el infierno y lo mordisqueaba, ganándose varios gemidos que eran música para sus oídos.

don't spend the night ; 𝗺𝗶𝗰𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora