Carta 10

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24 de octubre de 1942


¡Por Dios! Christian te imaginaras que el joven que conocí es uno como tú y me llevo a una misa que dan en el barco, él pobre no lo deje concentrase en la misa por las mil preguntas que le hacía porque no entendía nada ¿te acuerdas cuando tú me llevabas a la iglesia con tu abuela o que siempre que hablábamos me secabas un temas con Dios? Era muy divertido, pero me gusto mucho la misa y fue lo más entretenido que he hecho en este viaje.

También le conté a John de ti ¡ah sí! Me olvidada el joven que conocí se llama John, es muy lindo, seba no deja de reírse de él por su cabello pero John lo trata muy bien es todo un caballero creo que me gusta ¿te imaginas yo casada? ¡Que locura! Y primero tendría que terminar la guerra. Y ya que te escribo de esto espero que me cuando llegue me presentes a la tal Alicia de la que tantos me has contado.

Querido amigo nos estamos poniendo viejos ¡¿no crees que es una locura?!

Así dile a la pequeña Lili que no he visto ninguna sirena y que Sebastián esta muy contenta de verla.


Los quiere

El pequeño Sebastián y la cuenta cuentos

Hasta la Última cartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora