TEMC. Capítulo 65

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Li Mo y Song Dashan se quedaron en la Mansión del Capitán por otra noche,  temprano a la mañana siguiente, empacaron sus cosas y se prepararon para irse a casa.

Cuando se los llevaron ese día, Meizi y los dos niños probablemente estaban muertos de miedo. Dado que no habían regresado a casa en los últimos dos días, no sabían cuán preocupada estaría la gente en casa si no se escucharan unos a otros.

Song Dashan condujo el carro tirado por burros, cargando a Li Mo, y se apresuró a regresar a casa. Detrás de ellos estaba Sima Haoran, acompañado por un grupo de personas.

Li Mo supuso que iban a tener problemas con el magistrado del condado. Efectivamente, después de llegar a la ciudad, Sima Haoran llevó a las tropas directamente a la oficina del condado, dejando a Song Dashan esperando sus noticias.

Song Dashan y Sima Haoran estuvieron de acuerdo, y condujeron el carro de burros para llevar a Li Mo de regreso a casa.

La puerta de la casa estaba abierta, por lo que Song Dashan condujo el carro tirado por burros directamente de regreso al patio.

Se estimó que Meizi fue la primera en salir corriendo del patio. Cuando vio a Li Mo y Song Dashan, sus ojos estallaron en lágrimas, mientras gritaba como si no pudiera creerlo. "Hermano, cuñada, eres tú. ¡Han vuelto!"

Xiao Bao, que salió corriendo detrás de Meizi, no dijo nada y corrió hacia Li Mo como una pequeña bala de cañón. Abrazó la pierna de Li Mo hasta la muerte, se atragantó con su voz, "Madre, madre, madre...".

Xiao Bao gritó "madre" una y otra vez e hizo que las lágrimas de Li Mo también fluyeran. Se apresuró a sostener a Xiao Bao en sus brazos, besándole la cara para calmarlo, "Xiao Bao es bueno, mamá y papá están de vuelta, está bien, no tengas miedo".

Pero Xiao Bao todavía se aferraba al cuello de Li Mo como si fuera a perderla en el próximo segundo. 

A Li Mo le dolía el corazón. Esta vez, el incidente realmente asustó al niño.

Meizi y Tiezi también corrieron hacia el frente con Xiao Shu en sus brazos, ambos luciendo demacrados.

Meizi miró a Li Mo y Song Dashan para asegurarse de que estaban realmente de vuelta en una sola pieza, y dijo con voz temblorosa: "¡Cuñada, realmente has vuelto a salvo! No pudimos encontrarlos. No sabía qué hacer si no regresabas. ¡Nos estábamos volviendo locos! "

Song Dashan palmeó los hombros de Meizi y Tiezi, "Está bien, estamos de regreso, estaremos bien de ahora en adelante, no te preocupes". Dijo, guiando a todos hacia la casa, "Vamos, entremos".

Cuando entraron a la casa y se sentaron alrededor de la mesa, Song Dashan les contó lo que había sucedido en los últimos dos días. 

Los niños no entendieron, pero Meizi y Tiezi escucharon los altibajos.

Cuando Song Dashan terminó, Meizi estaba tan enojada que golpeó la mesa, "Este magistrado es realmente malo. Si mi hermano no hubiera conocido al capitán recién nombrado, nuestra familia se habría sentido realmente herida esta vez".

Tiezi se culpó a sí mismo: "Esta vez estábamos muy asustados. Es culpa mía que no estuviera en casa en ese momento. De lo contrario, mi hermano no habría resultado tan herido solo, y mi cuñada nos no la hubieran quitado tan fácilmente”.

Li Mo dijo: "Está bien, está bien, no se culpe. Esta vez, es una bendición detrás de las desgracias. Lo más importante es que nuestra familia está sana, salva y unida. No digan nada. Cocinemos algunos platos al mediodía para celebrar, como una forma de deshacernos de la mala suerte de nuestra familia”.

Transmigración: el maquillador campesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora