⦁ ¿Señorita, se encuentra bien? - David despierta mi entumecido cuerpo. Asiento con la cabeza. - Parece haber visto un fantasma. - replica preocupado.⦁ Vista al frente.- ordeno.
El ya no vuelve a interrumpir.
Respiro profundamente, no haré un alboroto por esto, es normal verlo, vive aquí, o no sé, está aquí. Eso no es relevante, todo pasó hace mucho, tengo un novio que me ama y una vida organizada, soy muy feliz y estable, no pondré mi vida de cabeza solo por verlo, tal vez estoy confundida y es una persona igual a él. No lo veo hace mucho, tal vez estoy confundida.
¡¿Respira...1...2... y porque justamente yo me lo debo encontrar?! ¿¡Eres tú diablo mentiroso!?
Mi teléfono suena, es Sebastián... ahora no chiquito, estoy manejando una crisis.
⦁ Señorita...- empieza David.
⦁ David, a menos que haya caído la montaña, solo conduce, ¿sí?
⦁ Respecto a eso, debemos parar, la tormenta se tornó muy fuerte, podríamos sufrir un accidente.
⦁ ¿Puedes dar la vuelta y volver a la empresa? -Pregunto. Él duda, pero asiente.
Solo pensaba en llegar a casa, ya no tengo mas trabajo en la empresa, pero deberé quedarme un rato mas. Aprovecharé para adelantar un poco.
Minutos después volvemos a la empresa, la tormenta se torna cada vez mas intensa. El cielo está negro, como si se hubieran robado toda la alegría del mundo.
⦁ Luego de estacionar, acompáñame a mi oficina, ordena que te sirvan un café, esperaremos ahí.- David asiente estando de acuerdo. El estacionamiento es muy frio.
De nuevo en mi lugar junto a la ventana viendo el exterior, junto con una taza de té, todo se siente mejor.
Este es su hogar, no puedo hacer que mi vida se tambalee solo por verlo, solo evitaré encontrármelo, la ciudad es bastante grande, el problema es que tenemos un imán, que para gusto o disgusto hace que siempre nos encontremos, o crucemos. Al menos esta vez no estaba acompañado...
Eso me hace sonrojar las mejillas por la irritación.
David, sentado frente a mi, entretenido en su chocolate y el celular, no me presta atención, creo que entendió que no me gusta hablar demasiado.
Solo han sido dos días... respiro.Horas más tarde, acostada mirando la oscuridad de mi habitación, escuchando el suave sonido de la lluvia en mi balcón, intento dormir, de nuevo en vela, odio no sentir paz, no me gusta perder el sueño recordando, siento que me aleja y cambia el orden de lo que pasó.
Es temprano, pero siento venirse un refriado, acurrucada temprano y con calefacción estaré bien pronto.
Mi teléfono vibra y creo saber quién es... si no tengo muchos amigos.
Es un mensaje de Sebastián, preguntándome como me sentía, solo respondí que bien y una foto acurrucada hasta la nariz. Me pidió que descanse y que pronto estaría aquí... o yo podría ir... podría volver unos días y luego al momento de regresar, lo haría cuando él lo haga, para mudarnos solos de nuevo.
Tal vez en esta ocasión a una casa, un poco mas formal que nuestro departamento.
Una cerca de aquí, una moderna llena de ventanales donde pueda observar el exterior, con un hermoso jardín, se que le gustará la idea.Antes de dormirme escribo un ultimo mensaje "¿Que crees de la idea de que busquemos una casa cuando regreses?" cierro el chat y me volteo para caer en un profundo sueño.
