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Habían pasado unas semanas de vacaciones después del beso entre Aphelios y Sett, Aphelios había ignorado los llamados del pelirrojo, moría de vergüenza. 

Alune le regañaba cuando miraba los mensajes en su propio teléfono de Sett preguntando por su hermano, pero Aphelios se negaba a entablar conversación con el.

Y hablando de Alune, había comenzado a trabajar en la boutique de la tía de Ahri quien estaba trabajando de igual manera ahí. Se volvieron muy cercanas, comían juntas y compartían sus diseños para después elaborarlos al igual que hacían pedidos de algunas clientas.

Aunque esta cercanía para Alune era confusa, sabia que el comportamiento coqueto de Ahri es parte de su personalidad, sin embargo, era diferente cuando se trataba de ella. Mientras que a algunos clientes los elogiaba por su físico a ella la elogiaba hasta por estornudar. Si eso ya era exagerado, pero así lo sentía. 

No debería darse falsas ideas con respecto a eso siempre repetía en su cabeza "Es su personalidad no es nada especial" "No tiene nada que ver que le gustes o algo por el estilo" y negaba cualquier tipo de sentimiento romántico hacia ella, solo se ilusionaba con algo que no pasaría.

¿O si? 

Un lunes temprano donde Aphelios se preparaba para ir a la universidad en su segundo cuatrimestre, Alune despertó junto con el solo para obtener una opinión diferente a la propia. Entro al cuarto del pelinegro quien cepillaba su cabello enfrente de su tocador.

-Phel ¿tienes un minuto?.- Su hermano asintió con la cabeza observando desde el espejo. Alune cerro la puerta y se acerco.

-Es... tempra-no.- Carraspeo al hablar. 

-Lo se pero necesito tu opinión sobre algo justo ahora.- Tomo aire y miro fijamente a Aphelios.- Creo que me gusta Ahri y siento que yo a ella pero es confuso, ella siempre actúa como si todo el mundo le gustara y no debería sentirme así porque seguramente solo soy una idiota cayendo por sus encantos cuando no lo hace enserio.- Tomo mas aire cuando termino y solo recibía una mirada expectante de su hermano.- Pero dime algo Phel.- 

El nombrado solo señalo a la puerta de su habitación encontrando a su padre asomado. Alune palideció y su pecho dolió.

-¿Quien es Ahri?.- Su padre pregunto en un sigilo.

-Ella... el es, es.- Alune estaba nerviosa y sin palabras.

-Hace rato dijiste ella.- Su padre entro y se aseguro que su esposa no estuviera por ahí.- Según recuerdo es la chica que los invito a la primer fiesta de Aphelios y con quien ahora trabajas ¿Es ella?.- observo a su hija quien tenia la mirada baja.- Alune.-

-Si es ella... y si es mujer.- levanto la vista hacia su padre quien estaba pensativo.- Se que es chocante y lo será mas para mamá, pero es la verdad, me gusta esa chica.- Su padre seguía con su expresión pensativa mientras masajeaba su sien.- Tu también dime algo, si quieres enójate y así sabré si dejo esta casa.-

Aphelios tomo las manos de su hermana al escuchar eso y negó rápidamente.- No...no.- El pelinegro volteo a ver a su padre.

-Sabes que eso esta en contra de nuestras creencias Alune.- Hablo sereno.

-Pues yo iré en contra de la religión si me hace infeliz, soy una adulta con un trabajo puedo tomar mis desiciones e irme de aquí cuando quiera.- Se levantó retando a su padre.

-Sabes que no volverás si te vas.- Su padre se mantenía fijo en la decisión.

-Entonces me iré ahora.- Paso al lado de este directo a su habitación para tomar una maleta.

Aphelios fue tras ella rápidamente.- Alune.- Se quedo observando como ella metía ropa y otras cosas en la maleta. -No te... vayas.- 

-No puedo hacerlo Phel yo de verdad estoy segura de lo que siento y no espero que lo entiendan ahora.- Se acerco a este y lo jalo para darle un abrazo. -Tu aun necesitas estar aquí mantenlo escondido un tiempo y cuando estes listo vendré por ti.- Se separo de este y le dió un beso en la frente.

Song - SettPheliosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora