Paso una semana desde que Sett y Aphelios comenzaron su relación. Aphelios le había contado a Alune y Seraphine y esperaba reencontrarse con Neeko para hablar de ello.
Sus padres regresaron un miércoles por la tarde, cansados. Cenaron juntos ese mismo día donde Aphelios les contó sobre su semana evitando ciertos detalles obviamente.
Al recostarse recibió una llamada a su celular que lo hizo sonreír embobado.
Sett había tomado como hábito llamarlo antes de dormir. Aphelios se sorprendía por lo puntual que era al llamarlo.
Respondió y escucho del otro lado como Sett tarareaba una canción.
-¿Hola?- hablo con una sonrisa.
-Buenas noches pastelito.- respondió Sett con un tono coqueto.-¿Me extrañaste?-
-Te vi esta tarde... pero si obvio te extrañe.- Miro hacia el techo de su habitación suspirando totalmente enamorado.
-Bueno pues no me extrañes mas tengo algo para ti.-
-¿De que hablas?- Aphelios frunció el ceño.-
-Ve por tu ventana pastelito.-
Aphelios se levanto de su cama tan rápido como pudo y se asomo notando al pelirrojo con una chaqueta de cuero que brillaba con la luz de la luna.
-¿Estas loco? mis padres están aquí pueden verte.- hablo por el teléfono y viendo como el otro sonreía.- ¿Que es tan gracioso?-
Sett se acomodo la chaqueta y peino su cabello hacia atrás.- Tengo que decirte algo.-
-¿Es importante?- Aphelios miro hacia atrás esperando no hacer tanto ruido.
-¿Porqué no vienes a averiguarlo?.- le incito.
Aphelios lo pensó unos segundos donde mordió su labio haciendo sangrar un poco este. Al final colgó la llamada y camino por su cuarto para tomar un suéter. Salió de su habitación y rápidamente camino a la salida de su casa tomando sus llaves. Siendo cauteloso y silencioso.
Camino hacia donde se encontraba Sett quien al verlo se acerco y lo atrapó entre sus brazos dejando un beso en su frente.
-Es muy riesgoso quedarnos mucho tiempo.- Susurro una vez que estuvo cerca del oído de Sett.
-Entonces vamos a quedarnos un momento así en silencio.- balanceo los dos cuerpos en el abrazo provocando en Aphelios una calma en todo su cuerpo.
Después de unos pocos minutos abrazados Aphelios volteo a ver a Sett y este también lo veía.
-¿Que querías decirme? Debe ser importante como para poner en riesgo nuestra relación.- hizo un puchero que enterneció a Sett.
-No creo que tus padres te manden lejos de mi, no hicieron eso con Alune.- Le decía esas palabras alentadoras mientras peinaba el cabello que caía por los ojos oscuros que tanto le hipnotizan.
-No lo sabemos, Alune ya tenía trabajo y se había graduado, yo pasaré a cuarto cuatrimestre y aun dependo de ellos.- Había cerrado sus ojos disfrutando del toque en su rostro y cabello.
-Bueno si nos encuentran yo haré lo imposible para que te quedes conmigo.- Había tomado su rostro obligando al pelinegro a verlo a los ojos.- No podría dejarte ir ahora.-
Aphelios sintió su rostro calentarse y el su ritmo cardíaco subir hasta sentir que podría explotar.
-Si hablas de llevarme a vivir contigo, me niego.- Su respuesta dejo perplejo a Sett.- Eso implicaría que me mantendrás y eso no me parece justo para nosotros, más para ti, yo me sentiría como un parásito a tu lado.-
