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segundo año
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Ya habían terminado su primer año, para estar en el mismo año que Harry Potter estuvo tranquilo, un año calmado olvidando la parte en la que el trio de Gryffindor haya acabado con los planes terroríficos de Voldemort.

—¡Abuela! ¡Se llama Rocky! ¿Verdad que es bello? —pregunto Hidra, poniendo al animal en la cara de Walburga —lo encontramos, Al y yo en el bosque prohibido, estaba solito.

Walburga puso una mueca de asco, después le dio una ligera mirada a Alphard que se encontraba distraído.

—eh, si, si, es tierno —murmuro —Alphard... Espera... ¡¿qué?! ¡El bosque prohibido! ¡Orión! Los niños se metieron al bosque prohibido.

—estoy seguro que Alphard sabe lo que hacía, ¿No?

—por supuesto que se, no dejaría que Hidra corra peligro —respondió indignado.

—entonces porqué fueron a ese lugar horrible —regaño su abuela.

—por que si no hubiéramos ido, Rocky estaría muerto —dijo Hidra, inocentemente, mientras seguía acariciando al conejo.

(...)

Alphard en sus vacaciones se la pasaba en la biblioteca de los Black, eran tan entretenido ver la historia de sus antepasados, sobre su desprecio hacia los muggles, –él en lo personal no odia a los muggles pero tampoco les llamaba la atención– también sobre los cientos, miles de libros con pociones mágicas y hechizos oscuros poderosos.

—¡Hidra! —grito Alphard desde su habitación —¡te llegó una carta de Nicole!

—¡Oh! ¡Espera!

—¿Por qué Hades me lo dio a mi y no a ti? —preguntó, mirando la linda carta color crema, se le acercó un poco para olerlo, olía a coco.

—ya estoy aquí —murmuro Hidra.

—toma...

—gracias, lo leeré.

Alphard solo se encogió de hombros, Hidra se sentó en su cama, mientras el la veía desde su escritorio.

—bueno, Nicole cuenta que su padre está muy insoportable y que está presionando mucho a Theo —Hidra seguía leyendo la carta —tambien que tiene un elfo nuevo, se llama Levi.

—pobre Theo...

—si, mamá dijo que desde que la madre de los mellizos murió, su vida es un poco difícil.

—ahora entiendo esa actitud de Nicole; siempre estar energética y entusiasta y a Theodore serio o relajado...

—aprovechan estar lejos de su padre —completo Hidra con una mueca de tristeza.

—¡Al, Hidra! ¡Ya bajen a comer! ¡Kreacher hizo guiso de carne! ¡Tu favorito Alphard! —grito Claudia, la madre de Hidra.

—ya bajamos —respondió su hija de la misma manera —¿bajamos?

—si, si —murmuro Alphard, un poco distraído.

Hidra salió corriendo a su habitación para lavarse las manos, Alphard seguía su ejemplo, cuando bajaron ya estaban todos en la mesa, siendo Kreacher el que ponía los platos faltantes, seguido de sus ayudantes; Lau y Minnie, dos elfos domésticos que se encargaban de todo lo que Kreacher les diga. Al principio Kreacher se había ofendido, –ahora se llevan relativamente bien– ya que el decía que podía hacerlo solo, pero como ya era muy anciano, Walburga pudo encontrar a los dos elfos para ayudarlo.

𝐋𝐎𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊¹ (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora