El sonido de las sirenas se entremezclaba con el de los gritos de terror y confusión de la gente.
El miedo y la destrucción se había apoderado de las calles, y aquellos que no corrían por sus vidas, simplemente saqueaban lo que podían antes de finalmente verse obligados a huir.
A pesar de que aquel era un pequeño pueblo de Australia, en estos momentos, parecía más ajetreado que cualquier gran urbe del mundo.
Todo esto se debía a "ellos".
Unos monstruos con piel humana irrumpieron de repente, destrozando la paz de aquel tranquilo pueblo perdido de la mano de Dios, y obligando a sus habitantes a correr por sus vidas.
Nadie sabía de dónde vinieron ni cómo se crearon. Todo lo que sabían y lo que necesitaban saber, era que, si no corrían, ellos serían devorados por esos mismos seres sedientos de sangre.
A los ojos de esos monstruos que se erguían sobre dos patas, el resto de humanos era mero ganado.
Las calles se llenaron de dantescas escenas de algunos de los habitantes que habían sido atrapados por uno de ellos, mientras eran devorados vivos.
Incluso si tenías suerte y lograbas escapar de ellos con tan solo unos arañazos o mordiscos, solo te aguardaría un destino incluso más cruel que la propia muerte.
Primero, te invadiría una gran fiebre, seguida de grandes y violentos vómitos. Unas horas más tarde, la infección se extendería al cerebro, provocándote un gran dolor y alucinaciones. Por último, toserías una gran cantidad de sangre, hasta que finalmente la muerte te alcanzase.
A pesar de ser una enfermedad terrible, ciertamente parecía una mejor opción que ser devorado vivo por aquellos seres.
O al menos así sería, si no fuera por lo que pasaría después de tu muerte.
Tu cuerpo se levantaría de nuevo, pero ya no quedaría nada de ti. Como un cascarón vacío, una marioneta o una sombra de lo que alguna vez fuiste, comenzarías a vagar de forma errante, buscando a cualquier otro ser vivo para devorarlo.
Así es, te convertirías en uno de "ellos".
En medio de aquel infierno, que parecía sacado de una escena del apocalipsis, un joven de 16 años corría, llevando de la mano a una chica incluso más pequeña.
Sin embargo, ellos corrían en la dirección contraria a la de todos los demás habitantes del pueblo.
—''¡Vamos Liz! ¡Date prisa! ¡Tenemos que volver a casa con papá y mamá!''-Gritó el joven desesperado.
Aquella catástrofe había comenzado mientras ellos estaban en la escuela. Aunque muchos compañeros murieron y fueron devorados delante de él, Ethan al menos fue capaz huir junto con su hermana.
Sin embargo, ella era una niña de apenas 11 años de edad. Era imposible que pudiera seguir el ritmo de su hermano, el cual era 5 años mayor.
—''¡E-Es imposible! ¡No puedo más!''-Respondió ella con lágrimas en sus ojos mientras se zafaba de la mano de su hermano.
Esas lágrimas no eran de agotamiento o esfuerzo físico.
Aquel infierno, capaz de quebrar hasta la mente de los adultos, había hecho estragos en una niña tan pequeña como ella.
Esos seres llegaron hasta su clase y comenzaron a devorar vivos a sus compañeros sin ningún tipo de explicación.
Ante aquella terrible escena, Liz solo pudo acurrucarse en la esquina del aula, temblando mientras las lágrimas caían por sus ojos.
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Evolved
HororLos muertos se han levantado, y están hambrientos de carne humana. Ethan, un joven de edad universitaria, es uno de los supervivientes de la catástrofe apocalíptica de Australia. Él, junto con otros muchos supervivientes, es rescatado por el gobiern...