[...]
"¿Un héroe?"
"Sí. He pensado-"
"¿Piensas? ¿Desde cuándo?"
La pregunta burlona hizo tambalear su cuidadoso discurso. Había practicado y practicado, pero por alguna razón nunca conseguía alistarse para la burla que solía impregnar esa voz.
"¿Y bien? ¿No tenemos respuesta? ¿O es que ahora también eres mudo?"
"No soy mudo"
"Solo estúpido"
"No soy estúpido"
"¿No es así como todos te llaman? ¿O es que acaso no sabes que ser el bufón de la clase es lo mismo que ser el estúpido de la clase?"
"Mis amigos-"
"¿Tus amigos? ¿Tienes amigos? ¿O llamas amigos a quienes te tratan de estúpido?"
"Ellos no-"
"¿Son ellos quienes te han metido en la cabeza esta ridícula idea?"
"No es ridícula"
"¿No? ¿De verdad crees que alguien como tu puede ser un héroe? ¿Cuáles son tus mejores cualidades? ¿Uhm? Perezoso. Imbécil. Cabeza hueca. Torpe"
"Puedo mejorar"
"Eso solo demuestra lo estúpido que eres"
A los seis años esa conversación habría sido suficiente para hacerlo llorar, pero las lágrimas solo reforzaban su patética imagen así que con el tiempo había aprendido a sumirse en un silencio hosco que usualmente dejaba languidecer hasta que se aburría. Con doce años, sin embargo, el alboroto de hormonas en su cuerpo hizo fácil que la ira se sacudiera dentro de él en lugar de la miseria, y gracias a ella apartó el plato de comida a medio llenar para enderezarse.
"¡Tú eres el estúpido!" gritó con la voz aflautada de un adolescente incomprendido.
Se esperaba la bofetada así que se echó hacia atrás a tiempo y un momento después abandonó la mesa para irse al pequeño cuarto que servía como dormitorio. Se subió a la cama baja en la litera destartalada y se encogió en un rincón mirando con ojos duros hacia la puerta, en la mano sujetaba un trofeo diminuto con la figura de una guitarra.
"No te acerques" le dijo a la persona que materializo en la puerta.
"¿O qué? ¿Vas a pegarme? ¿A mí? ¿Vas a pegarme a mí?"
Al verlo fruncir el entrecejo no pudo evitar dudar. Era la primera vez que blandía en alto el trofeo y no estaba seguro de si sería capaz de utilizarlo (de si quería usarlo en realidad). Al ver el conflicto en su expresión la persona en la puerta emitió un suspiro cansado antes de acercarse hasta la cama en donde se dejó caer con las manos en el regazo.
"¿Por qué te has puesto así? Solo te he dicho la verdad"
"Eres cruel..."
"Vamos, seamos honestos. ¿Recuerdas lo que dijo tu maestra en nuestra última reunión? Dijo que eras estúpido"
"No dijo eso"
"Dijo que habías reprobado dos de tus exámenes. Que te dormías en clase. Que eras ruidoso y malhecho. A mí no me suena como alguien que pueda ser un héroe, ¿y a ti?"
"La maestra dice que puedo hacerlo"
"Seguramente no quiere herir tus sentimientos. Es lo que los adultos hacen, mienten y te dicen lo que quieres oír, pero tú sabes que yo no soy así. Yo te digo siempre la verdad por muy dura que sea, y la verdad es simple, no estas hecho para ser un héroe. No un llorica como tú que falla en matemáticas y tiene problemas para leer"
"La maestra dice que puedo mejorar"
"Otra mentira bonita, ¿no lo crees? Si pudieras mejorar ya habrías mejorado. ¿O es que no te has esforzado en todos estos años? ¿Es eso?"
"Lo hago"
"Y nada cambia, ¿verdad?"
"Pero quiero ser un héroe"
"Y yo quiero ser millonario, pero nadie vive de sueños"
"Puedo hacerlo, onii-san, sé que puedo"
"Bien, supongamos que la gente es lo suficientemente estúpida para creer que tú tienes madera de héroe. ¿Cómo vas a pagarlo? No, espera, no lo pagarías tú. ¿Crees que lo haré yo? No seas estúpido. ¿Crees que el dinero crece en los árboles?"
"La maestra dice que tal vez pueda conseguir una beca"
"¿Con tus calificaciones? Lo dudo"
Oír la sentencia lo deprimió y la ira que había sentido antes se desvaneció entre esas olas de tristeza que a veces lo invadían. Al final el dolor reemplazó a la tristeza cuando le pegaron en la cabeza con fuerza.
"¡AH!"
"Eso fue por no acabarte la comida" después de eso vino un puñetazo duro en su antebrazo "eso es por amenazarme y esto-"
Pero no espero a oír la continuación, se giro en la cama con la intención de huir solo para que la otra persona lo sujetara contra el colchón con ambas manos para empezar a pegarle con tanta fuerza que empezó a llorar.
"¡No vuelvas a faltarme el respeto!"
Siguió llorando aun después de que los golpes cesaran y estaba haciendo tanto alboroto que al final la persona junto a él emitió un suspiro cansado antes de jalarlo hacia él.
"No seas llorica" le dijo, pero eso no calmó el llanto, tan solo lo intensifico. "¡Para!"
Pero no podía.
"¡He dicho basta!"
Y entonces de la nada le aferró la mejilla y pellizco con tanta saña que el llanto se detuvo y solo hubo dolor. Inmovilizado como estaba le resultó imposible huir así que inhalo con fuerza en un intento por gritar, pero su hermano lo mantuvo sujeto.
"Para o haré que te duela de verdad"
El tono oscuro convirtió la amenaza en una posibilidad real y eso lo hizo tragarse el grito pese a que el dolor en su mejilla seguía.
"Eso" dijo su hermano una vez que el silencio se impuso, aun sin soltarlo. "Ahora sonríe. ¡Vamos! Sonríe. A nadie le gusta los niños lloricas." Apretó con fuerza y tironeó "¡Sonríe!"
Y lo hizo. La sonrisa llorosa y forzada alivió el dolor.
"¿Lo ves? No ha sido difícil"
En cuanto lo soltaron cayó contra el colchón frotándose la mejilla que sentía en carne viva.
"No me mires así, ¿quieres otro pellizco? ¿dónde está tu sonrisa? Sonríe, Dee-chan, si no lo haces la gente no te querrá"
La amenaza lo llena de miedo, así que obedece. Estira la boca y muestra los dientes y a partir de ese día no deja de sonreír.
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Electricity [Bakukami]
FanficDenki sabe que se necesita de una sonrisa para construir otra. Y si bien las sonrisas que responden a la suya son gestos de mera cortesía, el simple hecho de conseguirlas demuestra que no es un inútil como susurra esa voz que no lo deja en paz. La v...