"No"
Una sola palabra y Denki se retuerce de ansiedad al oírla, pero permanece en su silla con su plato a medio terminar frente a él.
"Te prometo comportarme"
"No"
"Pero-"
"No te vas a ir"
"Seiki"
"He dicho que no, ¿por qué seguimos hablando de este tema?"
Traga saliva mientras continúa revolviendo su plato sin ganas, por debajo de la mesa se pellizca la pierna antes de reunir valor.
"El profesor Aizawa vendrá hoy"
"Pues a él le diré lo mismo que te digo a ti: No te doy permiso para vivir en los dormitorios de tu academia de pacotilla. No es no y punto"
"Pero yo quiero ir"
"Pues yo quiero que te calles ¿tengo que obligarte?"
Denki no se movió, mantuvo los ojos fijos en los trozos restantes de huevo que había en su plato. La última vez que Seiki se había enfadado había sido al enterarse que había aplicado a la escuela de héroes en secreto, que había sido aceptado y que tenía la colegiatura pagada gracias a una donación organizada por uno de sus profesores. Para desahogarse le había roto la nariz, la boca, y una costilla, así que Denki se había perdido su graduación y la mitad de sus vacaciones.
"No quiero verte" dice su hermano y Denki obedece en silencio.
Se va al diminuto cuarto que comparten y comienza a pellizcarse los dedos mientras pasea de un lado a otro pensando en cómo convencer a su hermano de que lo deje mudarse al dormitorio de la escuela y rogando que eso ocurriera antes de que descubriera que había tomado su maleta de viaje sin permiso alguno. En algún momento de la tarde se oye el sonido de un auto aparcando, un sonido audible en esa apacible tarde de sábado en la que solo se oye la brisa.
Denki está moviéndose antes de darse cuenta, se asoma a la ventana que da a la calle y no tiene problemas en identificar el auto negro que se apaga –el único que sobresale entre el resto de piezas deslucidas y viejas–. Apenas reconoce el pelo negro del hombre que desciende del asiento del copiloto Denki esta dando media vuelta con intenciones de dirigirse hacia la puerta.
"Ni se te ocurra" se detiene en el acto como si sus pies se hubieran convertido en trozos de cemento. Al girarse –muy lentamente como una presa que no quiere alertar al depredador– encuentra a Seiki sentado en la desvencijada silla del comedor mirándolo. Los platos del desayuno siguen intactos.
Con el corazón rugiéndole en los oídos Denki es incapaz de precisar el tiempo que transcurre desde que oyera al auto detenerse hasta que se oyen el golpeteo en la puerta de madera.
"Al cuarto" ordena Seiki sin moverse, aunque no hace falta pues su expresión feroz basta para que Denki trague en seco antes de dar media vuelta. Está entrecerrando la puerta de la alcoba cuando oye a su hermano recibir a las visitas.
Pegado a la madera astillada –sin atreverse a espiar por el borde por temor de toparse con los ojos de su hermano– Denki oye al profesor Aizawa saludar con una cordialidad que no le ha oído nunca, y aunque no reconoce la voz del profesor que lo acompaña, eso no importa porque es Aizawa quien lleva la conversación mientras Seiki se limita a guardar silencio –algo raro en él porque siempre le gusta imponer el ritmo de cualquier conversación en la que se involucre–.
El asunto que los ha llevado ahí es bastante simple: Todos los alumnos de la academia serán instalados en los dormitorios del campus para control y seguridad de los mismos, eso requiere un consentimiento firmado de parte de los padres o tutores. Y como Denki no tiene a ninguno, la decisión depende de Seiki.
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Electricity [Bakukami]
FanfictionDenki sabe que se necesita de una sonrisa para construir otra. Y si bien las sonrisas que responden a la suya son gestos de mera cortesía, el simple hecho de conseguirlas demuestra que no es un inútil como susurra esa voz que no lo deja en paz. La v...