Deshice el abrazo al que estábamos atados.
-¿Todo bien?¿Paso algo? - estaba muy confundida, ¿A qué venia el abrazo?
Aún no lo podía ver bien a la cara pues temía que la sal del agua pasará por mi ojos y los irritara más.
- Hace mucho que no vienes, te extrañe tanto, ¿Aún te acuerdas de mí? Claro a pasado bastante pero no he cambiado nada y tu, toda una señorita, pero que linda estás.
- No te puedo ver bien, dame unos minutos iré a bañarme y hablamos ¿Si? Es que la sal del mar en mis ojos, créeme mala idea.
-¿Te acompaño a tu casa?-
Está loco, apenas me conoce y ya quiere ir a mi casa, aunque... ¿Había dicho que me conocía desde hace tiempo? Pero... Si yo ni lo conozco.
No perdía nada, si me secuestraba a menos sería en mi realidad deseada y nada más.
-Claro, creo que estará bien.
-Sigue siendo esa mansión ¿Verdad?
¿Acaso conocía donde vivía?
-Mmm, si creo.
Fuimos a la casa, el espero en la planta de abajo mientras yo subia a mi cuarto a bañarme.
Baje y no podía creer lo que estaba viendo.
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Entre Líneas
Teen FictionMire aquella carta mágica que había aparecido. Deci leerla y por primera vez tocó mi corazón haciendome llorar, cerré mis ojos y escuche un susurro de una dulce voz conocida: "Al fin estás leyendo entre líneas"