Baje las escaleras, lo vi de espaldas, estaba admirando la visa hacia el mar a través del ventanal.
Alto, con unos shorts color crema y una playera negra, algo larga, el cabello corto... Espera, ese es el corte de ... ¿Lezcano?
No puedo creerlo, debo confirmar antes de emocionarme.
Me acerque más a el, se percató de mi presencia y se giro, juro que pareció como si fuera cámara lenta.
Pude comprobarlo, era èl, el chico que siempre soñé, ese chico que moria por qué me conociera.
No pude más y caí de rodillas, lleve mis manos a la cara y empecé a llorar de la emoción.
El se acercó a mi lentamente, se agachó y me abrazo, esta vez fue un abrazo de compasión.
- Ya no llores, ya estoy aquí pequeña, y no dejaré que nada malo te pase.
-No me dejes, te lo pido, se que habrá millones de chicas mejor que yo, pero te pido que no me dejes.- Estaba feliz de tenerlo frente a mí y saber que soy importante, pero... ¿Que pasa si después ya no puedo volver aquí? No quiero irme, aquí es donde yo pertenezco.-
-No te dejaré, tu eres la que me dejó cuando éramos pequeños y ya no volviste, después de 13 años yo te sigo esperando, vengo todas las mañanas y me paseo por la playa esperando verte.
¿13 años habían pasado desde que no lo veo? Pero si es la primera vez que lo conozco ¿Por qué me dice eso?
Me levanté del suelo con su ayuda, nos sentamos en un sillón, estaba más calmada, me sostuvo las manos y comenzó una historia.
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Entre Líneas
Teen FictionMire aquella carta mágica que había aparecido. Deci leerla y por primera vez tocó mi corazón haciendome llorar, cerré mis ojos y escuche un susurro de una dulce voz conocida: "Al fin estás leyendo entre líneas"