XXXI- TODOS MIS HIJOS

1.3K 112 6
                                    

La mañana después del baile, Audrey se acercó al otro lado de la cama cuando se despertó, solo para encontrar que Elijah no estaba allí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La mañana después del baile, Audrey se acercó al otro lado de la cama cuando se despertó, solo para encontrar que Elijah no estaba allí. Una vez que se duchó y se vistió, antes de bajar las escaleras, encontró a Klaus y Kol en la sala de estar. El híbrido tenía los ojos pegados a su bloc de dibujo, dibujando algo con total concentración, mientras Kol paseaba aburrido.

— Ahí estas, cariño. Te tomaste tu tiempo esta mañana. — Kol soltó, sus labios se torcieron en una sonrisa. — ¿Elijah te canso tanto?

— Kol. — Audrey le dio una mirada. — Para. — advirtió, antes de sentarse junto a Klaus en el sofá.

Él miró hacia arriba y le dio una pequeña sonrisa, notando que sus ojos se agrandaron ante el dibujo en su libreta. Cuando abrió la boca para decir algo, él rápidamente le puso un dedo en los labios y la miró. — Para.

Audrey sonrío inocente. — No dije nada.

— No tenías que hacerlo. — Klaus respondió,

Cuando abrió la boca para replicar, los tres escucharon la puerta principal abrirse, y una sonrisa apareció instantáneamente en el rostro de Kol. La única mujer de los hijos de Mikaelson entró, todavía con el vestido de la noche anterior, el cabello desordenado y los tacones en la mano. Audrey levantó una ceja y la rubia le dio una pequeña sacudida de cabeza, murmurando "más tarde" para ella. Por lo que Audrey sabía, Matt había sido su cita para el baile anoche, pero eso terminó en un desastre cuando Kol intentó matarlo.

— Bien bien bien. — Kol se interpuso en su camino. — ¡Ahí esta nuestra chica!

Rebekah le mando una mirada furiosa. — Apártate de mi camino, Kol.

— Fuera toda la noche. — Kol hizo una mueca, sin hacer ningún esfuerzo par amoverse. — ¡Qué escándalo! Confío en que lo hiciste mejor que ese pobre. Matt, ¿verdad?

Audrey agarró uno de los lápices de repuesto que Klaus tenía a su lado y se lo tiró a la nuca de Kol. — Oye, deja de ser grosero con Matt. Es un buen tipo.

Kol la miró con una mirada juguetona, mientras Rebekah apretó los dientes enfadada con su hermano. — Si no cierras la boca te voy a tirar todos los dientes. — advirtió, su mirada se dirigió a Klaus mientras él se reía entre dientes. — ¡Y tu cállate Nik!

Klaus sonrío. — No dije nada

— Estoy aburrido. — Kol gimio, desplomándose en una silla. — Nuestra hermana es una ramera, pero al menos se divierte. Yo quiero también.

Klaus lo miro. — ¿Qué estas esperando? Anda, diviértete.

— No me gusta solo. — Kol argumento, mirándolo esperanzado. — Por favor, Nik. Me lo debes por clavarme una daga en el pecho.

Klaus le dio una mirada, antes de que una sonrisa dibujara sus labios. — Bueno, ¿Por qué no? — reflexiono, dejando su block de dibujo y poniéndose de pie. — Anoche no bebí lo suficiente contigo, matando a la cita de Rebekah.

✓ANOMALÍA -elijah mikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora