Baji llevaba mucho tiempo alejado de él y justamente el día anterior había logrado que el mayor hiciera un hueco en su apretada agenda para que pasaran un rato juntos.Había preparado una elaborada cena, compró una botella de vino algo costosa que le recomendó Inui , un compañero suyo, e incluso había pasado por la peluquería para teñirse de nuevo el cabello de rubio como lo tenía hacía unos años...deseaba tanto que Baji lo mirara como antes, como si él fuera la cosa más hermosa a sus ojos. Tal como él, pese a los años, lo veía a él.
Sin embargo, una vez llegar, el pelinegro intercambió apenas un saludo con él y se lanzó a besarlo con ansias.
Aun con eso Chifuyu no se desanimó, pensó que Baji lo había extrañado, y correspondió cada beso y caricia que le proporcionaba con una sonrisa, y el corazón repentinamente cálido y acelerado le recordaba que estaba enamorado del hombre que se encontraba sobre él haciendo de él lo que quisiera. Lo amaba tanto.
Sin embargo, su burbuja de felicidad se rompió cuando el teléfono de Keisuke, que se encontraba sobre la mesita de noche, sonó. El mayor detuvo el movimiento de su mano sobre el miembro de Chifuyu y contestó sin planteárselo mucho. El menor lo miró sin poder creer que realmente hiciera lo que acababa de hacer sin decir nada, pero su paciencia se colmó cuando tras la corta llamada, Baji se puso de pie sin mirarlo colocándose de nuevo los pantalones y buscando la camiseta que llevaba puesta hacía unos minutos.
–Kei... ¿Qué haces? –habló tratando que su voz no se entrecortara, sentía los ojos húmedos
–Es de la tienda, al parecer hay un problema con el inventario –habló rápido, colocándose la camisa que encontró colgada de la silla del buró y, después buscando sus llaves
–Kei, ya es de noche –volvió a insistir, esta vez las lágrimas silenciosas rodaron por sus mejillas, Baji no lo miró ni un segundo, guardó su teléfono en el bolsillo trasero de su pantalón
–Lo siento, Chifuyu, prometo compensártelo –buscaba de forma casi frenética sus llaves, no las encontraba por ningún lado
Finalmente las encontró en uno de los bolsillos del pantalón que llevaba puesto.
–Preparé tu plato favorito para la cena, también compré vino –a esas alturas, Chifuyu ya no hacía gran esfuerzo por contener sus lágrimas y es qué ¿Cómo podías no sufrir al darte cuenta que estabas perdiendo cada día un poco más a la persona a la que más amabas? ¿por la que lo darías todo?
–En serio lo siento, lo siento mucho –volvió a decir el mayor, se dio la vuelta y besó la frente de su novio, tratando de no guardar en su memoria el rostro de quien consideraba su ser más importante empapado de lágrimas y bañado en dolor, dolor que él mismo estaba causando –Te amo–
Se alejó en dirección a la puerta sin decir nada más.
–Kei, quédate, no me dejes –dijo Chifuyu en un susurro lastimero, Baji lo escuchó, pero hizo de cuentas que no y, con el corazón en la mano, abandonó la habitación y posteriormente la casa.
Chifuyu dejó fluir libremente el llanto que había contenido todo ese tiempo, se hizo bolita en la cama mientras lloraba en su cuarto y la cena que había pasado horas preparando se enfriaba sobre la mesa. Más tarde, se acabó él sólo la botella de vino que había comprado, y se durmió rezando por que el día siguiente sea mejor que ese, que Baji apareciera para disculparse apropiadamente y que le prometiera que todo volvería a ser como antes.
Eso no pasó.
Souya y Hakkai se acercaron y envolvieron a su amigo cuando, al terminar de narrar lo que pasó, Chifuyu se mordió el labio inferior para no llorar en público.
El menor se veía tan pequeño y desolado que sentían su dolor como propio. Tal vez no conocían al rubio con la misma antigüedad que su novio, pero el tiempo que tuvieron para conocerse fue más que suficiente para forjar la gran amistad que sólo se consolidó con los años.
Al final, los tres pasaron de las clases de la mañana y decidieron irse por ahí a pasar el rato y ayudar a Chifuyu a despegar la mente, sin embargo, la salida que pretendía ayudar al rubio, sólo lo hundió más en su desgracia, y la pequeña duda que estaba en su mente salió a flote de nuevo. Tan dolorosa como la primera vez que pensó en esa posibilidad.
Saliendo de una tienda, Baji sostenía un enorme ramo de jazmines y una bolsa de papel pequeña con el logo de una joyería famosa. Se veía tan feliz observando el ramo recién comprado que ni siquiera se percató de las personas que lo observaban.
–Chifuyu –llamó Hakkai, al notar la mirada perdida de su amigo en dirección al lugar donde Keisuke había pasado –Tal vez son para ti...para disculparse –titubeó, Souya apoyó la idea poco convencido de su veracidad
Pero Chifuyu sabía que no eran para él, los jazmines no eran sus flores favoritas, y Baji no lo había llamado ni una sola vez en todo el día para disculparse por lo ocurrido durante la noche anterior. Pese a eso, les sonrió a sus amigos y asintió para disipar la atmósfera pesada que el pelinegro dejó sin saber tras él.
Sus flores favoritas eran los claveles blancos y rojos, en el pasado, Baji siempre se los regalaba cuando metía la pata de alguna manera y, aunque fueran flores bastantes comunes y técnicamente ni siquiera servían para pedir perdón, Chifuyu las aceptaba junto a las disculpas del pelinegro. No había razón para cambiar la tradición que el pelinegro mismo había impuesto.
Eso es lo que pensaba Chifuyu mientras seguía de paseo con sus amigos.
Y eso fue lo que confirmó cuando, incluso tras esperarle hasta las doce de la noche, Baji nunca apareció ni llamó.
Que ganas de gritarle a Chifuyu "¡amiga date cuenta!" jsjsjs
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nos vemos en la próxima actualización <3
Key nee-san
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LA PRIMERA VEZ (BAJIFUYU)(FINALIZADA)
FanfictionFue la primera vez que Chifuyu tuvo el corazón completamente destrozado. BajiFuyu <3 Espero que disfruten la historia <3