Capítulo 8.2

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La pista de baile estaba a rebosar de personas. La gente se movía con descoordinación o simplemente se balanceaban de un lugar a otro. Otros saltaban mientras coreaban con euforia las canciones, y otros dejaban salir los pasos prohibidos. Hakkai, siendo parte de ese último grupo, era motivado por los aplausos y ovaciones del público perdido en la ebriedad.

Todo era un animado y divertido desastre.

Chifuyu estaba saltando y gritando piropos vergonzosos a su amigo que se encontraba sin camisa sobre una pequeña tarima, cuando dos fuertes manos lo tomaron. Una agarrando con fuerza su cadera y otra cubriendo su boca.

El rubio se sobresaltó entrando en pánico. Pero cuando la voz a sus espaldas le dijo con voz exageradamente grave "Me encanta que seas tan dócil, princesa", se molestó.

Levantó la rodilla y pisó con mucha fuerza el pie del hombre tras él, luego se giró cuando quien quiera que sea lo soltó por el dolor y la sorpresa, y le propino un generoso golpe en los genitales con su rodilla. Estaba a punto de patear a su agresor cuando este levantó una mano –La que no estaba sosteniendo sus maltratados genitales– en señal de rendición.


–Basta, basta, es la última vez que trato de sorprenderte, mierda, espero que todo siga funcionando correctamente ahí después de ese golpe –

–¿Hanma? –Chifuyu entrecerró los ojos para enfocar mejor al chico de rodillas frente a él, cuando lo hizo sonrió en grande antes de arrodillarse también y abrazarlo –¡Hanma! –Si, tal vez también se había tomado un par de copas de más, lo suficiente para dejarlo contento sin estar por completo fuera de sí 


El pelinegro esbozó una sonrisa pese al dolor que aún sentía.


–¿Qué haces aquí? Este no es el tipo de lugares que frecuentas ¿Estás sólo? –Preguntó el mayor gritando para ser escuchado por encima de la música, mirando de lado a lado en busca de algún rostro familiar que le indicara que Chifuyu estaba acompañado

–Vine con mis amigos, quisimos pasar un agradable momento –Respondió gritando de la misma forma

–Debiste avisarme –Hanma se puso en pie ayudando a Chifuyu a hacerlo igualmente, luego se acercó a él rompiendo todas las barreras del espacio personal para poder comunicarse sin gritar tanto –Seguramente has tenido que hacer cola un buen momento, podía haber evitado eso –


Chifuyu le sonrió, después negó diciendo que no fue tanto tiempo.


Ambos caminaron en dirección a la barra para alejarse del bullicio. Una vez en esa, pidieron dos vasos vodka con limón, y se sentaron en los taburetes de madera en frente de la barra.


–¿Qué haces tú aquí? Pensé que estabas en...–Chifuyu cerró la boca al darse cuenta que no sabía dónde se suponía que estaba su amigo

–Estaba en Shibuya, pero volví ayer, hablamos de eso por teléfono esta mañana –Se burló el pelinegro, el menor asintió abriendo los ojos

–Cierto, cierto, dijiste que me has traído suvenires ¿Dónde están? ¿puedo tenerlos? –extendió ambas manos al frente, como un niño pidiendo dulces

­–Tal vez mañana, pero ¿Por qué estabas sólo en la pista de baile? No logro ver a tus amigos

–Deben estar por ahí divirtiéndose, algunos se quedaron en nuestra mesa...que ahora mismo no logro ver –Observó a su alrededor, después enfocó la mirada en su amigo de nuevo–. Te extrañé –dijo antes de abrazar al más alto


Hanma aceptó el abrazo con una media sonrisa, un Chifuyu alcoholizado generalmente significaba un Chifuyu extremadamente cariñoso. Y no le molestaba en absoluto.

Podrían haber permanecido más tiempo así, sin embargo, la presencia de un tercero los obligó a separarse, o al menos eso intentaba Hanma al estar bajo la molesta mirada de Souya. Chifuyu no estaba colaborando mucho.


–Hola –saludó algo incómodo el mayor, pero sin borrar la sonrisa divertida que siempre parecía surcar sus labios, Souya pareció analizarle con la mirada antes de asentir en silencio


Hanma sabía que no le agradaba al de menor estatura, sólo hacía falta ver como lo miraba para llegar a la conclusión que, ante los ojos del Kawata menor, él era tan agradable como un chicle en sus zapatos. No era de su interés tratar de ser agradable con los amigos de Chifuyu, pero algo le decía que la cosa más estúpida que podría hacer es hacer enojar al chico de cabello azul, así que trataba de ser, aunque sea un poco menos cabrón de lo que habitualmente era con cualquiera. Llámenlo cobarde, pero él siempre le hacía caso a su instinto de supervivencia.


–¡Souya! Mira a quién me encontré –Chifuyu señaló cómicamente con ambas manos al mayor

–Ya veo –el menor de los Kawata observó al susodicho antes de agregar ignorándolo ––. Deberíamos volver a nuestra mesa.


Chifuyu asintió.


–Por supuesto, Hanma viene con nosotros.

–No, él debe tener otras cosas que hacer –Souya miró con intensidad al aludido, quien rodó los ojos divertido. El descarado ni siquiera se molestaba en disimular su desagrado

–Es verdad, vine con unos amigos también, iré con ellos –empezó a separarse de Chifuyu, pero ese reafirmó el agarre

–Deja que se vaya con sus amigos, Fuyu, tal vez lo están buscando –Intentó de nuevo Souya, el rubio negó obstinadamente

–Tus amigos pueden unirse a nosotros ¿sí? –Ofreció contento –. Cuanto más seamos, mejor ¿no creen? Vamos a divertirnos todos juntos –y frente a la mirada contenta de Chifuyu, ninguno pudo refutar nada


Y así acabaron todos en una mesa compartiendo bebidas.

Con un Baji enfurecido y un Hanma con una sonrisa de lado todavía pegado a un Chifuyu demasiado cariñoso.














Para que vean que cumplo, aquí está la entrega del segundo capítulo .

muchísimas gracias por tomaros el tiempo de votar y comentar <3

Nos leemos pronto.

Key nee-san

LA PRIMERA VEZ (BAJIFUYU)(FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora