BON APPETIT

05. Pensamientos

-ho... -fue interrumpido por la persona en la otra línea

-¿¡HIJO DE PERRA! -grito dejando casi sordo al que lo estaba escuchando

- oye ¿qué mierda te pasa? -alejo el teléfono de su oreja por el grito de Jungkook

- ¡ERES UN IDIOTA! ¡¿POR QUÉ NO ME LO DIJISTE?! -gritó nuevamente con tanta fuerza que su respiración se agitó y es que tenía tanta furia guardada que le era imposible no acumular esta rabia en su mano, formando un puño que sin dudarlo lo estrellaría en la cara de su "amigo" ¡oh si lo tuviera enfrente!" que gran deseo era ese, deseaba enormemente tenerlo frente a él sólo para molerlo a golpes. como le encantaría tomarlo del borde de la camisa y aprisionarlo en el suelo para propinarle un sin fin de puñetazos, sin importarle que tan destrozada deje la cara de Jimin, pero para su desgracia su amigo estaba a miles de kilómetros. Tan sólo le quedaba acumular su furia en un puño siendo cerrado con fuerza y en el fuerte apretar de su mandíbula haciendo chirriar sus molares.

-Jungkook todo esto tiene una explicación- se disculpó sintiendo la pena recorrerlo

-¿explicación? ¿que clase de explicación?, yo no le encuentro una explicación a tan espeluznante y terrible experiencia- la furia se iba disipando y su respiración se iba regulando; hablo un poco más calmado ya que a pesar de estar molesto también se sentía enormemente triste por el terror que le había provocado el restaurante, trago duro -Jimin ¿Por qué no me dijiste que la carne del restaurante era humana?- su quebrada voz salió tan lastimera que logró que el otro sintiera empatía y culpabilidad

Jimin se sintió triste al escuchar a su amigo llorar de esa forma y es que él de tanto probar cosas exóticas le daba igual si era humana, él la probaría y pensó que como era muy buena, a Jungkook no le importaría ¡grave error!

-Jungkook lo siento, pensé que no te importa... -hablo con voz triste pero lo único que escucho del otro lado fue nuevamente un grito

- ¡¿CÓMO NO ME VA IMPORTAR?!, ¡ERES UN IDIOTA! ME COMÍ A UNA PERSONA, UNA ESTÚPIDA PERSONA JIMIN- grito mientras lloraba más fuerte

-Jungkook de verdad lo siento muchísimo, pero no puedes culparme por qué los dos hicimos una promesa de no decir nada acerca de ningún restaurante que nos recomendamos, aun así lo siento muchísimo sabes que mi intención nunca será daña...- no termino de disculparse, ya que del otro lado ya habían colgado

-ESTUPIDO JIMIN- gritó y arrojó su teléfono a la pared más cercana

Estaba sentado en la cama y mientras subía sus pies a la cama sus manos iban a su cara tapándole por completo

-¡MALDITA SEA! - maldijo en un grito ahogado por su manos -n-no pude comerme u-un hu-humano n-no p-pude hacerlo - tartamudeaba como niño pequeño, su excesivo llanto le impedía articular las palabras con fluidez

Ahora abrazaba sus piernas con fuerza, aferrándose a ellas como si en cualquier momento se le fueran a caer. El gourmet estaba inconsolable, se sentía tan necesitado de un abrazo que le dijera que todo iba a estar bien y que todo lo que había pasado era tan sólo parte de una broma o un sueño, a falta de aquel abrazo se posiciono en medio de la cama y se hizo bolita tratando de calmar los pensamientos intrusivos

No podía evitar sentirse mal, los pensamientos dentro de su cabeza no le dejaban tranquilo al recalcar le que sus acciones fueron las más inhumanas, enfermas, espeluznantes y asquerosas. El único lugar donde se supone que podría estar a salvo le atacaba y condenaba igual que en un juzgado, su única salvación era escaparse a sus sueños por lo que muy pronto se quedó dormido.

Al día siguiente se despertó por lo rayos del sol que le quemaban la cara

-¿D-dónde e-estoy? - la palma de su mano fue directo a los rayos del sol que trato de cubrir. con delicadeza y calma se acomodo en la cama quedando sentado -t-todo fue un sueño ¿v-verdad? - se dijo así mismo mientras sonreía tontamente, iluso a la situación en la que estaba -¿verdad?- se repitió así mismo conservando su tonta sonrisa, pero su cabeza no tardó en proyectarle fugaces flashbacks de lo que había hecho una noche anterior, su corazón latió fuertemente y de su frente escurrió una pequeña gota de sudor, por la cruda realidad que le impacta como un balde de agua helada.