BON APPETIT

ESPECIAL DE HALLOWEEN

Dulce...

Dulce era el aroma que bailaba en el aire y se metía en las fosas nasales de un pelinegro que iba caminando por las oscuras calles de la ciudad, a pesar de que su camino no estaba siendo tan iluminado, disfrutaba de la soledad que le provoca la noche.

Sus zapatos hacían un poco de ruido al impactar los pequeños charcos por los que pasaba, pero eso no le importaba, de todas formas ya no estaba lloviendo y parecía que en algún momento las grises nubes se disiparían para mostrar la brillante luna llena. A cada paso que daba el dulce olor se hacía cada vez más notorio, dándose cuenta que estaba a pocos pasos de llegar a una pastelería. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, sonrió. Todas esas hermosas creaciones le hacían sentirse como un niño entrando a una juguetería, deseaba entrar y darle un gran mordisco a uno de esos pasteles, deseaba comer ese delicioso pastel pintado de un violeta claro, lleno de confitería y mariposas de fondat, tan bien hechas que parecian reales y eso era lo que admiraba... que eran tan reales.

-Buenas noches- saludó al entrar sin pensárselo más, deseaba comer ese pastel ya

-Buenas noches, en que puedo ayudarlo- una grave y calmada voz se hizo presente, provocando que él hombre que acababa de entrar se sintiera levemente intimidado

-M-me gusta mucho ese pastel- agachándose se pegó al vidrio del refrigerador que protegía el pastel -necesito este pastel- lo señaló tocando con su dedo índice el vidrio

El tendedero sonrió -claro, ese le costará seiscientos setenta mil wones

El pelinegro se alejó del mostrador mirando al hombre con una expresión de asombro -¡¿seiscientos setenta mil wones?! E-es demasiado- exclamó el joven hombre llevando ambas manos a su rostro para jalar la piel hacia abajo mostrando una mueca rara

El pastelero rió -es lo que vale, tiene un delicioso relleno de zarzamora y betún casero, además de que el frosting y confitería agregada es de pastelería gourmet- sacó el pastel mostrándole a su cliente la delicia que debía de comprar - como usted puede ver cada adorno en este pastel fue difícil de hacer y conseguir - continuó dándole un pequeño giro al pastel - cada perla y brillo que fue agregado es costoso y ni hablar de la diamantina comestible que fue espolvoreada para darle ese brillo espectacular

-e-entiendo- musitó, para después jalar la saliva que sentía desbordar de su boca

-y estás preciosas y detalladas mariposas fueron hechas de fondant, un material de la alta repostería y aunque todas se ven igual, algunas fueron grabadas en chocolate blanco ¿lo ve?, ésto no ha sido una tarea sencilla

-s-señor s-sus palabras tan sólo me hacen querer tener más este pastel

-¿Entonces qué espera para llevárselo? - cruzándose de brazos miró al pelinegro con una sonrisa

- L-lo que pasa es que no cuento con tanto dinero en efectivo - suspiro con tristeza, aun sin despegar sus ojos del delicioso y atractivo pastel

-No se preocupe, puede pagar con tarjeta de crédito si lo desea

-p-pero lo que pasa es que no tengo ni tarjeta

El pastelero se cruzó de brazos y mirando hacia el suelo busco una solución en su cabeza -mmm... qué le parece si- haciendo una pausa su mano fue a su barbilla -compra una rebanada por día, no suelo hacer esto, pero el pastel es pequeño así que no creo que exista algún problema

Los ojos del cliente brillaron -¿d-de verdad?

-por supuesto-asintió con seguridad

Su cliente se abalanzó hacia él brindándole un abrazo -gracias no sabe lo que significa esto para mi- le agradeció con lágrimas en los ojos y se separo del abrazo