Capitulo 01: El mensaje que cambio todo

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Habla Alan:

[Bienvenido sea el jugador al GRAN SISTEMA DE FANTASIA OTAKU]

Aquel fue el mensaje que apareció frente a mis ojos y cambio mi vida dando un vuelco completo entre el cielo y la tierra, pero sucedieron algunas cosas antes de que apareciera el mensaje.

Mi nombre es Alan, Alan Tarly. Si, mi apellido es el mismo que Samwell Tarly de Game Of Thrones, el asesino de caminantes y el gordo de la guardia nocturna. Mis compañeros de clase también me llaman Sir cerdo justo como le llamaban a Samwell en la televisión. Como deben haber adivinado todo esto se remonta a mi apariencia física la cual está un poco pasada de kilos y no es que sea de mi culpa, es que simplemente mi fisiología me impide bajar de peso. Desde que era niño fui diagnosticado con el síndrome de Cushing el cual se formó de forma natural y hasta el momento ningún doctor pudo encontrar una forma de volverme a la normalidad y es que no tengo tumores que produzca esteroides y no, no consumo esteroides.

Fue durante una tarde de un frio invierno que mi vida cambio, el recuerdo sigue fresco en mi mente...

–esto es injusto, simplemente no tiene sentido, solo por mi cuerpo, solo por tener un poco más de grasa corporal, solo por eso tengo que soportar todo esto– mis ropas estaban sucias, más sucias de lo normal, ese día mis compañeros de clase decidieron que era una buena manera de matar el tiempo el molestarme lanzándome barro cuando estaba en el baño –no entiendo como esto puede ser normal para todos ellos, intimidar a los que son diferentes...– apreté mis puños estrangulando las correas de mi mochila hasta cuando mis manos se tornaron de color blanco por la falta de sangre.

Cuando llegue a mi casa, mi madre y mi hermana estaban en el interior, mi hermana es solo dos años menor que yo, ambos estamos en la misma escuela y claro no hablamos mucho, ella sabe mi situación en la escuela y sucede que la avergüenzo. El nombre de mi hermana es Emily, su figura es diferente a la mía ya que no tiene el síndrome de Cushing y bueno, ella parece haber obtenido la mejor parte de los genes de nuestros padres, mis padres nacieron en reino unido y se establecieron en Japón por motivos laborales. Por tanto, la popularidad de Emily en la escuela esta sobre lo que uno esperaría, ya sea por su figura, sus ojos celestes o su cabello rubio, todo de ella es perfecto.

Por otro lado, mi cuerpo es un barril de carne, tengo el cabello anaranjado lo cual se transforma en otro tanto de bromas diciendo que soy una zanahoria, mis ojos por otro lado son verdes, una combinación que muchos desearían.

Mi madre es una diseñadora de moda y mi padre era un hombre de negocios, trabajaba en un banco como encargado de seguridad, lamentablemente mientras hacia su trabajo fue atacado por un infarto que le arrebato la vida.

Entre en mi habitación, deje mi bolso sobre la silla del escritorio, cambie mi ropa y fui baño para lavar mi cuerpo, nadie había puesto atención al barro sobre mi ropa, la verdad no es como si me importara, ya es una costumbre. Al acabar en el baño volví a mi habitación, pesé mi cuerpo.

–105– dije en voz baja lleno de resignación, había algo de odio en mi mirada al ver mi reflejo en espejo en la pared –¿qué sucede con mi cuerpo? – pregunté una vez más como lo hacía cada vez que me miraba en el espejo, claro no había nadie que me respondiera, la verdad ya no esperaba una respuesta.

No tenía ni un solo amigo con el que compartir este dolor que sentía día a día, tampoco es algo que hablara con mi familia. Emily simplemente no me hablaba y mamá parecía haberse rendido, quizás solo estaba esperando que terminara la escuela lo antes posible para que dejara de vivir en casa, de esa forma ya no sería su carga.

Solo recordar todo lo que sucedía en el día a día me hacía hervir mi sangre, pero el hecho de no tener maneras para devolver todo mi dolor me hacía sentir más impotente. La vida es injusta, estaba consciente de la verdad.

Solo había que mirar a los alrededores para saberlo, algunos dicen que dios selecciona a sus mejores guerreros para soportar las más difíciles pruebas, pero creo que en mi situación se equivocó, no soy un gran guerrero y la verdad no quiero ser el gran guerrero que dios espera.

Con todo lo sucedido incluso en algún momento llegue a tener pensamientos suicidas pero mis compañeros de clase también se encargaron de aplastarlos. Algunos dijeron que si me ahorcaba con una cuerda era posible que la cuerda se cortara antes de terminar con mi vida, otros mencionaron que si quisieran cortar mi carne tendrían que usar catanas de samuráis y otros simplemente mencionaron que para atropellarme necesitarían un tren bala porque un camión solo sería aplastado por mi cuerpo.

Era tarde durante la noche, aun no tenía ganas de dormir, estaba haciendo mi rutina de ejercicios en silencio como era normal, aun tenía esperanza en bajar de peso incluso si la posibilidad era minúscula entonces no era razón para rendirme, mi dieta es incluso comparable con la de un deportista, todo lo que hago tiene un objetivo.

–98...99.... ¡100! – otra vez había logrado llegar a las cien flexiones de brazo, antes ya había terminado cien sentadillas y doscientos abdominales, toda una marca para una persona con mi cuerpo.

Fue cuando tenía mis ojos cerrados, estaba secando mi sudor con una toalla cuando apareció frente a mis ojos el mensaje en una pantalla de color celeste a unos treinta centímetros de mi cara.

–¡Uha! – exclame cayendo al suelo de trasero debido a la sorpresa, la pantalla había salido de la nada –¿qué es eso? – pregunte con temor.

[¡Completaste los requisitos!]

[Misión secreta "El mejor guerrero de dios" completada con éxito]

[Las recompensas serán entregadas en un momento]

Frente a mis ojos las palabras fluían en las pantallas, no tenía idea de lo que sucedía, pero a las pantallas no parecía importarles.

[Bienvenido sea el jugador Alan al GRAN SISTEMA DE FANTASIA OTAKU]

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