Como poner a mi esposo de mi lado

Capitulo 7

Después de visitar el Templo, conocí al sastre exclusivo del duque que Ellenia había llamado, pasé cuatro días probándome ropa nueva, escribiendo cartas a mi familia en Romaña y preparándome para el banquete.

No volví a ver a Izek desde ese día. Según Ellenia, el verano fue sorprendentemente la temporada más ocupada para los paladines, ya que tendrían que prepararse para la llegada del invierno.

En fin, así fue como llegó mi primer evento social elendaleiano.

El vestido de seda jade que usé para el banquete fue el vestido más sencillo que jamás había usado. Mis zapatos de cuero color crema estaban tachonados solo con perlas y me había puesto guantes de verano ordinarios. Mi cabello largo estaba trenzado hacia abajo, sin ningún accesorio adjunto y las únicas joyas que usaba eran aretes de aguamarina.

Mi modesto atuendo fue bastante inesperado, y las sirvientas de rostro audaz me miraron un poco desconfiadas, pero no hicieron preguntas.

"Rubí."

Estoy agradecida por tener una cara de diosa de hielo llamándome por mi apodo.

De pie al pie de las escaleras, vestida con un vestido rojo con mangas largas, Ellenia parecía una diosa de los cuentos de hadas. Uf, no puedo creer que casi se casa con Enzo.

Pero, la persona a su lado...

"Ruby, me gustaría que conocieras a uno de mis amigos más antiguos. Esta es Freya van Furiana".

"Buenas noches, Lady Rudbeckia. Es un placer conocerte."

Una sonrisa radiante que revelaba sus perfectos dientes blancos. Una sonrisa tan brillante solo podía pertenecer a una persona que había vivido su vida rodeada de nada más que amor. Exudaba belleza y un aura que naturalmente atraía la atención de las personas, independientemente de su sexo y edad.

Sus ojos almendrados eran de color violeta. El vestido que se puso, envuelto alrededor de su largo y esbelto cuerpo, le sentaba como un guante, y su cabello rubio que colgaba alrededor de su rostro se veía lustroso. No era rubio oscuro, rubio como el mío, sino más pálido, un platino frío.

Ella era esa amiga de la infancia.

¿Por qué todos son tan bonitos?

Toda mi vida he estado rodeada de gente hermosa, y aunque ahora tenía este nuevo cuerpo, todavía me sentía inadecuado en comparación con los de este mundo.

Y, por supuesto, un amigo de la infancia sería tratado de manera muy diferente a una humilde novia de un país extranjero. Me di cuenta al mirar a las criadas. Estaban mirando a Freya de una manera en la que nunca me miraron a mí.

Tch.

"También es un placer conocerla, Lady Furiana", dije tímidamente, y los ojos de Freya se abrieron como platos por un momento antes de volverse hacia Ellenia, su rostro aún albergaba esa hermosa sonrisa.

"¡Ellen, no me dijiste que la Dama era una persona tan encantadora!"

"Podrías haber pensado que dije algo extraño", respondió ella con frialdad. Todavía tenía una cara de póquer perfecta.

Pero la forma en que Freya me miró mientras tocaba su abanico fue extraña. ¿Había algo mal con mi ropa?

"Le pido su comprensión por adelantado ya que la llegada de mi hermano podría retrasarse. Sucede a menudo, pero..."

Ajá, eso es lo que te ha preocupado tanto desde esta mañana.

No esperaba que él viniera de todos modos. Pero todavía esperaba que al menos apareciera, incluso si llegaba tarde.