𝓟𝓻𝓮𝓰𝓷𝓪𝓷𝓽 || 𝓜𝓲𝓷𝓼𝓾𝓷𝓰

07

Minho está en el hospital, esperando. Oye un incensate sonido de 'tic tac', pero no ve un reloj. Es mas, como si proviniera de su cabeza. Su alrededor es blanco, y nota como una puerta se abre, mira en su dirección, salen algunas personas con bata blanca, pero ningún rostro que reconozca.

—¿Y Jisunggie? ¿Cómo está él? ¿Cómo están mis cachorros? — pregunta. Nadie le contesta.

También sale de la puerta una camilla y Minho corre hacia ésta, al reconocer el cuerpo de su omega. Lo ve: tiene los ojos cerrados, y su rostro muestra una expresión tranquila. Esto lo relaja un poco, hasta que descubre el bulto de mangas que lleva en los brazos.

'Cachorros' piensa.

—¿Jisunggie? — dice. Quiere acercarse para ver mejor, pero los de bata blanca se lo impiden.

Los médicos lo apartan bruscamente, como si quisieran lastimarlo. Detrás de ellos, ve como una enfermera cubre con una manta blanca el cuerpo en la camilla. Sus ojos se llenan de pánico, e intenta apartar a los doctores con la misma resistencia que ellos aplican. Se empiezan a llevar la camilla entre otras dos personas, y Minho apenas puede contenerse.

—¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡Jisunggie!¡No Hannie!

Grita hasta que su garganta arde, y siente que su voz se acaba. De sus ojos caen litros de lágrimas, que parecen ser capaces de inundar la habitación.
Antes de que eso suceda, las cosas empiezan a desaparecer: ni los doctores, ni su pareja están, y lo blanco de las paredes se empieza a oscurecer.

Pero Minho apenas nota eso, hay algo que arde dentro de él, y le hace gritar una vez más. Suelta gemidos desgarradores, como los de un lobo moribundo, o los lamentos de un alma en pena.
Apenas suena humano. Pronto, la oscuridad lo alcanza, y desaparece en un instante.

—¡Jisung!

Minho se reincorporó casi de un salto. Su corazón palpitaba como loco, y su pecho subía y bajaba en un compás irregular. Tocó sus mejillas y notó que estaban húmedas, probablemente de llanto.
Inhaló y Exhaló. Intentó convencerse de que todo había sido un mal sueño.

Una punzada de miedo hizo que se girará bruscamente, encontrando a Jisung pacíficamente dormido, justo como en su sueño. Se tranquilizó por fin al sentir el dulce aroma del omega, algo irónico, pues casi siempre era el revés.

—Hmm... Honnie... — murmuró Jisung con voz ronca, abriendo apenas uno de sus ojos — ¿Qué pasa?

—Nada, estoy bien — una vez acostado, Minho se acurrucó y acomodó su cabeza en el hombro de Jisung — Perdón, te desperté. Vuelve a dormir.

Jisung estiró un poco el cuello, y besó fugazmente los labios del alfa.

—Buenas noches.

—Buenas noches, te amo.

—Yo también.

Cerró los ojos, sabiendo que todo aquello, solo sería un mal sueño.

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