Extra + Changlix

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Esa mañana, los rayos del sol molestaban en demasía y parecían que hacían su mejor esfuerzo por hacer que se levantara de su cómoda cama.
Felix se removió bajo las cobijas queriendo esquivar la molesta luz que interrumpía su sueño, cuando notó unos brazos alrededor de su cintura que, al sentir su movimiento, apretaron su agarre.
El omega sonrió, soltando suavemente su olor. Últimamente Changbin se comportaba muy mimoso con él, y aunque era algo extraño, no es como si fuera a quejarse. Un poco más de atención de su pareja no estaba nada mal.

—Mghm, Felixie... — Sintió como el alfa frotaba su nariz contra su cuello, atraído por el dulce aroma a vainilla que desprendía.

El nombrado se removió una vez más, ansioso, al escuchar su nombre ser pronunciado por su alfa con voz ronca. Nunca lo admitiría en voz alta, pero amaba lo atractivo que sonaba así.

El omega se dió la vuelta, quedando cara a cara con su adormilado esposo. Dejó un corto beso en sus labios y se acurrucó con él, cerrando los ojos.
Hacía mucho tiempo - más del que hubiera querido - que no estaba así con su alfa, y quería aprovechar la tranquilidad de esa mañana.

Una molestia en su estómago rompió la mágica burbuja en la que estaba. Gruñó levemente, y se acomodó, ignorándola. "Eso puede esperar" pensó. Pero la molestia se hizo más grande y subió por su esófago a su garganta y... "Ok, esto no puede esperar". Felix se levantó a tropezones de la cama y fue al baño, donde apenas alcanzó el retrete, devolvió toda la cena del día anterior. Pero aún después de terminar, ese horrible sabor se quedó atorado en su garganta. Se levantó sintiendo las piernas temblorosas, y cepilló sus dientes un largo rato, intentando que el sabor desapareciera.

Finalmente, con el sueño aún presente en él, fue hasta su cama, arrastrando los pies. Mas todo cansancio se esfumó cuando encontró una pequeña mesita en su cama, y sobre ésta, un plato con Hot Cakes, una taza de café, y una rosa en un pequeño florero.

—¿Pero qué-?

—Buenos días, príncipe — Saludó Changbin, apareciendo de pronto — ¡Ta-rán!

El alfa sonrió dulcemente, a lo que Felix no se contuvo en corresponderle.

—¿Qué es todo esto?

—Un desayuno especial para un día especial, cielo — respondió. Bin besó su mejilla y siguió hablando — Tú disfrútalo. Ésta es solo la primer sorpresa, tengo varias cosas preparadas para hoy.

Le guiñó un ojo, y salió de la habitación. Felix seguía confundido, pero no le dio tanta importancia. Tomó la mesita con su desayuno y lo olió; el aroma que desprendían los Hot Cakes era delicioso. Se pasó la lengua por los labios y sonrió, pensando qué mejor forma de quitarse el mal sabor de boca.

Mientras tanto, en la sala, Changbin y el pequeño Jeongin comían mirando al televisor. Ambos estaban inmersos en las caricaturas matutinas, y comían cada uno un plato de cereales con leche y azúcar.

—Yah, par de traidores, ¿Viendo Pokémon sin mí?

Ambos voltearon al oír la dulce voz del omega a sus espaldas, adornada con un tono burlón. Felix, con el plato en una mano, y la taza en la otra, se sentó junto a ellos tomando un tenedor y comenzando a comer sus Hot Cakes.

—Perdón, papi Felix, pero no te despertabas y Pokémon empieza temprano —  dijo Jeongin, haciendo un corto puchero y volviendo su mirada a la televisión.

—¿"Traidores"? — repitió el alfa, confundido.

—Jeongin y yo siempre vemos sus caricaturas los sábados, pues es cuando descanso — respondió restándole importancia — Y hablando de eso... ¿No se te hace tarde para trabajar?

𝓟𝓻𝓮𝓰𝓷𝓪𝓷𝓽  || 𝓜𝓲𝓷𝓼𝓾𝓷𝓰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora