𝓟𝓻𝓮𝓰𝓷𝓪𝓷𝓽 || 𝓜𝓲𝓷𝓼𝓾𝓷𝓰

08

Lamentablemente, lejos de lo que pudiera parecer, no todo fue de color rosa durante su embarazo.
Siempre existieron ciertos "detallitos" que le recordaban lo difícil que era mantener un bebé dentro de ti.

Primero, por ejemplo, estaban los antojos.

Hay quienes dicen que no se deben cumplir todos los deseos alimenticios de alguien en cinta, mientras que otros dicen que no importa hacerlo.
De todas formas, eso no evitaba que surgiera.

—¡Honnie! ¡Hooonnie! — gimoteaba Jisung — ¡Dame helado!

—Jisung, es medianoche.

—¡Pero hyuuung...! — hizo un puchero.

—Ish, bien. Veré si hay en la nevera — dijo, derrotado. Jisung besó su mejilla en agradecimiento.

—¡Eres el mejor!

Y luego estaban los malestares: mareos, vómitos, dolores y demás. Minho pasaba noches enteras junto a Jisung cuando se despertaba en la madrugada para vomitar en el retrete.

—Ya, ya, déjalo salir — decía el alfa dando palmaditas en su espalda — ya, ya.

—Creo que estoy- — tan pronto como levantó el rostro, Jisung sintió la náusea otra vez y volvió a vomitar.

—Tranquilo, cariño — decía el alfa, apenas inmutado — Aquí estoy, no te preocupes.

El alfa intentaba lo mejor que podía calmarlo con su olor, hasta que finalmente Jisung sacaba la cabeza del váter y sonreía cansino, dejando en claro que ya se sentía mejor. El omega se acercó a él con intención de besarlo, pero Minho lo detuvo con un movimiento algo exagerado.

—Eh, te amo mucho, pero lávate la boca — Jisung solo rió.

Pero no todo era malo. Algunas cosas eran divertidas, como elegir el nombre de sus hijos.

—Hmm... Chaeyoung siempre me pareció un nombre precioso — decía Jisung — Pero Dahyun también suena muy bien — hizo un puchero.

—Ya, se llamarán Cosa uno y Cosa dos, problema resuelto — el alfa gruñó — Ahora a dormir.

—¡Honnie! — gimoteó — Habló en serio. Son los nombres de nuestros bebés.

—¿Y no pueden esperar hasta mañana?

—¡No!

También hubo que preparar el cuarto de los bebés.
Pronto el antiguo estudio de Minho se convirtió en un colorido cuarto repleto de juguetes y dibujos de caricaturas. Lo habían pintado, decorado y finalmente había quedado precioso.

Jisung mecía levemente la cuna, sonriendo e imaginando a sus cachorros ahí. De pronto sintió un dolor diferente a los demás, y sus ojos se abrieron de sorpresa.

—¡Minho! ¡Ven acá!

—¿Qué pasó? — preguntó el alfa, nervioso.

—Toca — tomó su mano con fuerza y la puso sobre su vientre.

Esperaron unos segundos en total silencio, Minho seguía sin entender el motivo de la emoción de Jisung, hasta que sintió en leve golpe cerca de donde estaba su mano, junto con un leve gruñido del omega.

Eran las patadas de sus bebés.

—Esto es...

—Hermoso, lo sé.

Después de todo, aún con todo y sus "detallitos", el embarazo de Jisung seguía siendo algo maravilloso.

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