En la mitología griega, en el monte del Olimpo vivían los principales dioses del panteón griego, que estaba presidido por Zeus. Como tal, es un lugar prácticamente inaccesible, franqueado por nubes, donde había palacios y donde los dioses contemplaban el mundo y eran entretenidos por las musas.
La ceremonia de Successio estaba cada vez más cerca.
Todos esperaban con gran entusiasmo y revuelo la llegada de aquel gran sacro día. Día en el que la nueva generación de dioses relevaría a los actuales ocupantes de los atávicos roles divinos impuestos desde el nacimiento de Cronos.
En pocas palabras, básicamente era la jubilación de los progenitores, donde los hijos tendrían que reemplazarlos y cumplir con la función impuesta hasta la llegada de otro heredero, lo que les tomaba siglos para entidades divinas, tales como los habitantes y dueños del Olimpo.
Si bien era cierto que los dioses eran casi inmortales, estos no cumplían el mismo papel toda la eternidad. Después de siglos de servicio y una vez habido concebido a un heredero, era regla desistir del poder para dar lugar a la sucesión, donde sus hijos se harían responsables hasta que el ciclo volviera a repetirse.
Aquellos dioses "jubilados" ahora podrían gozar de todos los deleites que el colosal Olimpo tenía para ofrecer. Jugar con las musas y las ninfas era siempre una de las opciones favoritas de los retirados.
Se les permitía vivir en libertad por fin por así decirlo, pero eso sí, siempre cumpliendo las reglas impuestas desde el origen del todo.
Cumplir las reglas en el Olimpo era una regla implícita. Nunca nadie las había roto, principalmente porque era más fácil seguir el papel destinado sin rechistar. Además de que nadie quería enfrentarse a un supuesto castigo divino e innombrable impuesto por el dios de los dioses, Zeus.
Era un don y una maldición al mismo tiempo ser tan temido y respetado. Pero dicho hecho, era sin duda alguna lo más importante para los dioses: El poder.
Y este se medía a partir del buen cumplimento del rol heredado.
Era tan simple como lo siguiente:
¿Heredero de Atenea? Enseña.
¿Hijo de Apolo? Tocarás música.
¿Hijo de Poseidon? Supeditar los mares será tu tarea.
Conclusión:
¿Sustancialidad en el Olimpo? El seguimiento correcto del linaje.
Tan simple como eso.
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SAKURA ⟨⟨ OLIMPO [Soojun]
Fanfic¿Qué podrían tener en común Eros (Dios del amor) y Hades (Dios de la muerte)? ¿O Ares y Afrodita? Exacto, nada. Pero la nueva generación de dioses, no creía lo mismo. Si bien sus antepasados habían impuesto reglas y relaciones, ¿por qué seguirlas? E...