αγάπη

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Soobin no entendía.

Algo le picaba en el cuerpo, era una sensación rara.

Bien, había pensado en el bonito Eros toda la noche. ¿Y? A todos los dioses se les permite tener ojos y buenos gustos.

Es que tan solo era tan bonito...

Y como el desgraciado de Beomgyu no se aparecía, de seguro por estar trabajando (cosa que él debería estar haciendo), decidió subir un ratito, solo un ratito.

Cerró los ojos, sintió el vacío en el estómago y al abrirlos... ¡Oh, mágicamente había aparecido en el mismo lugar desahibtado del día anterior! No era como si él lo visualizara por su repentino antojo de verlo de nuevo. Si es que lo veía de nuevo, claro, solo para saciar su curiosidad.

Algo le decía que él estaría ahí de nuevo. Y ese algo le dijo bien, porque ahí estaba de nuevo. A unos cuantos pasos más, Eros, dándole la espalda. Se veía contento, sus bonitas y blancas alas aleteando .

Pero no estaba trabajando. El arco estaba sobre una conglomeración de nubes a unos cuántos metros de distancia mientras que  Yeonjun estaba sentado en una nube, con los pies colgando y mirando hacia abajo. Cuando Soobin se dio cuenta del porqué sonrió ladino.

No le gustaba que lo observen, pero al pequeño le gustaba observar.

——Así que te gusta observar a los humanos...

Yeonjun se sobresaltó por la voz intrusa, poniéndose de pie y enfréntadolo por reflejo. Como si lo hubiera descubierto haciendo alguna travesura.

——No me gusta observar ——se defendió.

——¿Sí? Porque hace un segundo te vi agitar tus bonitas alas mientras mirabas atento al mundo humano. ——Soobin se acercó más.

——P-Por mi trabajo debo hacerlo.

Oh, estaba nervioso.

——Mentira. Cupido puede disparar a quienes les dé la gana... Lo que tú haces, mi pequeño mentiroso, es difrutar del drama humano y alimentarlo creando más

——N-No.

——S-Sí ——se burló Soobin.

Yeonjun frunció el ceño.

Se ve como un gatito descontento.

——Mi señor, ¿qué hace aquí?

——Soobin -——corrigió ——. ¿Y me estás echando?

Yeonjun se tensó un poco al creer que lo había enojado.

——Tienes que relajarte un poco más, Yeonjun. Al poner esa cara cada que digo algo, me haces pensar que crees que no soy capaz de mantener una sola conversación simple sin ponerme loco o agresivo. No te haré daño, lo prometo.

Soobin era consciente de los mitos. Su cabeza no ardería en llamas azules, por dios. Bueno, solo cuando estaba muy molesto.

Las promesas de un oscuro no deberían ser fiables, pero por alguna razón Yeonjun le creyó.

——Lo has hecho bien. ——Después de un silencio, Soobin felicitó. Yeonjun por su reacción, no esperaba ser halagado por el dios del infierno.

——G-Gracias, practiqué ese día.

——Tampoco deberías avergonzarte de que te guste mirar. Yo lo hago y no tiene nada de malo.

——Irónico que tengas que matarlos.

Yeonjun cubrió su boca tan pronto como dijo eso, pero Soobin le quitó la manos de ella con suavidad.

——¿Crees que soy una clase de demonio? De verdad pareciera que piensas que voy a asesinarte ——dijo burlón ——. No te hubiera enseñado a usar el arco si quisiera hacerte daño. Eso arruinaría mi reputación de profesor.

SAKURA ⟨⟨ OLIMPO [Soojun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora