Nightmare (Sammy Wilk and Nate Maloley)

Twenty-ninth

-Eso es lo que tú crees –escucho como susurra Nate.

-Es lo que creo, porque ten por seguro que no va a pasar –digo y subo hacía mi habitación.

-Hola guapa –dice una voz la cual echaba de menos.

-Hola fea –digo y entonces me da un abrazo -¿Qué tal por Seattle? –le pregunto, Scar se había ido a celebrar el cumpleaños de su madre con un pequeño  fin de semana familiar, aunque Kenny se había pasado ese fin de semana familiar por el forro porque él se había quedado en casa bien tranquilo, y pasado mañana se  iba con Wesley a no sé dónde, la verdad  no le presto atención.

-Me ha encantado, es tan bonito, y habían muchos chicos monos, lástima que fuese con mi familia –dice y después se ríe.

-¿Qué pasa? –dice Ari en la puerta.

-Nada Scar, y sus fantasías con tíos desconocidos, ya sabes que siempre está horny –digo y recibo un pequeño golpe de Scarlett en el brazo.

-Tonta, me haces quedar como una salida mental –dice.

-Lo eres –dice Ari y entonces es ella la que se lleva el golpecito por parte de Scar.

-¿Y tú con Sam? –pregunta Scar ya un poco más seria.

-Nada, nos hablamos y ya está, pero ya no hay nada más allá –digo y asiente.

-¿Y con Nate? –pregunta.

-Con Nate ya sabes cómo son las cosas, siempre está en busca de algo y yo siempre soy la idiota que cae –digo y entonces tanto como Ari como Scar se empiezan a reír -¿Qué pasa? –pregunto y entonces Scar mira detrás de mí. Mierda -¿está detrás de mí no? –pregunto y asienten.

-¿Quieres probar si caes ahora? –pregunta subiendo una ceja.

-Bueno, nosotras nos vamos, que creo Matt me está llamando –dice Ari –y tu Scar me acompañas –dice, bueno, más bien ordena, y después de eso desaparecen por la puerta.

-¿Qué quieres? –pregunto tumbándome boca abajo.

-Gracias –dice de la nada.

-¿Gracias por qué? –pregunto.

-Por dejarme mejores vistas de tu culo –dice y se empieza a reír, me giro rápidamente y me siento en forma de indio, cojo un cojín y me lo pongo entre las piernas.-

-Eres un pervertido –digo y se sienta a mi lado, pasa su brazo por mi espalda y me empieza a mover como un loco -¡para! Que me duele mucho la espalda –digo y entonces para –gracias.

-¿Quieres que te haga un masaje? –pregunta.

-Si te ofreces no me voy a negar –digo y voy al baño para  coger la crema, me tumbo en la cama boca abajo y siento como Nate se posiciona encima mío, con cuidado de no aplastarme, noto sus manos en mi cadera y empiezo a notar como sube mi camiseta lentamente –Corta el rollo, que esto no es una peli porno para que vayas tan lento –digo y se ríe.

-Si fuera una peli porno ya estarías gritando mi nombre nena –dice en mi oído.

-Lo que sea –digo –el masaje, ya –ordeno y entonces me quita completamente la camiseta, separa sus manos de mi espalda unos segundos y lo que noto después es un líquido, frío de cojones, estamparse en mi piel y las manos de Nate masajeando mi adolorida espalda.

-¿Aquí? –dice parando en la zona baja de la espalda.

-No, más arriba, un poquito más debajo de los hombros –digo y sube sus manos al lugar idóneo –ahí ahí –digo y aprieta más, estamos unos minutos más así hasta que Nate para.

-¡Mierda! ¡Lo siento! –grita alguien cerrando la puerta de golpe.

-¿Quién era? –pregunto.

-Tu hermano –dice levantándose de encima mío.

-¿Se pensaba que lo estábamos haciendo? –pregunto poniendo cara de sorpresa.

-Supongo, tendrías que haber visto su cara, aunque estabas un poco ocupada gimiendo por el gusto que te daba mi masaje –dice.

-Cállate, ahora si me disculpas tengo que explicarle a mi hermano que no estaba teniendo relaciones sexuales con uno de sus mejores amigos que por casualidad eres tú –digo y me dispongo a salir pero su mano me para, cogiéndome del brazo.

-Si quieres, podemos hacerlo, así no le tienes que explicar nada, solo dos adultos, estaban haciendo cosas de tales, y estos no tienen que dar explicaciones de nada, es lo que se siente en cada momento –dice.

-Wow, Nate el sabio –digo y me empiezo a reír.

-Si sí, ríete preciosa, que quien ríe ultimo ríe mejor.

-¿Debería tenerte miedo? –pregunto poniendo cara de ‘’asustada’’, lo pongo entre comillas, ya que obviamente, no estaba asustada de verdad.

-Deberías de haberme tenido miedo en el primer momento que supiste que te estabas enamorando de mí –dice.

-No estaba enamorándome de ti, porque directamente, ni estoy enamorada de ti, ni lo estuve, ni lo estaré, para estar enamorada de alguien primero de todo me tiene que gustar, cosa que tú no haces.

-¿Por qué te mientes a ti misma? –pregunta acercándose a mí.

-Lo único que estoy diciendo es la verdad –digo y pone una de sus manos en mi mejilla.

-Entonces, si no te gusto, si no estás enamorada de mí, no te importara nada, no te transmitirá ningún sentimiento si te beso –dice.

-No –niego con la cabeza.

-Entonces puedo hacer esto tranquilamente, sin el miedo que después te tenga que decir que yo también te quiero –dice y me besa, lo separo y le miro a los ojos.

-¿Qué? –pregunto atónita por sus anteriores palabras.

-Lo has escuchado de sobras –dice e intenta besarme de nuevo.

-No, quiero escucharlo de nuevo –digo y me mira directamente a los ojos.

-Me gustas Dylan, como nunca antes me ha gustado nadie –dice y aparta mi mano de su pecho para acercarme a él y volver a besarme.

-No era tan difícil decir eso –digo riéndome, interrumpiendo el beso.

-Tampoco es tan difícil aceptar lo que de verdad sientes –dice y esta vez me río yo.

-Cielo, lo que te he dicho, era verdad –digo separándome de él –no estoy enamorada de ti, no digo que no estés bueno, ni que no tenga un minino interés por ti, simplemente, el tren para ti, ya ha pasado –digo y salgo de mi habitación –por cierto, si me haces el favor de salir de mi habitación, perfecto. 

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