No se si agradecerles a mis secuestradores o no que eligieran los meses de verano para retenerme. Me perdí las vacaciones, sí, pero al menos no tendría que dar explicaciones a mis compañeros de clase, además, odiaba faltar a clase.
Tras unas semanas acostumbrándome a la normalidad, llegó la hora de volver al instituto, esta vez en uno distinto, en una ciudad distinta. Mis padres creyeron que sería mejor y más seguro, pero yo creo que si realmente quisieran venir a por mi el haberme cambiado de ciudad no sería un impedimento. Ahora vivíamos en una casa más grande, de dos pisos, en las afueras. El instituto estaba a diez minutos andando, así que el paseo me ayudó a respirar aire fresco y relajarme. Estaba nerviosa, pero era soportable. Intenté consolarme con la idea de que no sería la única nueva.
Tras dar vueltas perdida por el instituto, decidí que lo mejor sería pedir ayuda a alguien. Vi a un chico que tendría más o menos mi edad y me acerqué a él.
-"Eh...¡Perdona! Esto...¿Donde está la clase de 2ºD?"-le pregunté.
El extraño esbozó una sonrisa y me respondió.
-"Sí claro, ¿ves ese pasillo de ahí?"-señaló hacia la derecha-"Pues la última clase es 2ºD."-
-"Gracias."-y con eso me fui.
Entré en clase y vi que ya había pequeños grupos hablando, probablemente contándose lo que habían hecho durante el verano. Busqué con la mirada algún sitio libre en las últimas filas, pero sólo quedaban sitios en las primeras, así que, resignada, me senté en la mesa de delante del profesor. Saqué mi cuaderno y empecé a hacer garabatos, fingiendo que tenía algo importante que escribir. Quería que la tierra me tragara. No quería mirar a los demás.
-¡Hey, oye!-oí una voz cercana a mi, pero no me volví.-¡Cris!-gritó.
¿Quién era y cómo demonios sabía mi nombre?
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Reconstruyendo mi pasado.
Teen FictionSólo recuerdo estar encerrada en una habitación oscura. Después, me despierto en una cama de hospital. ¿Qué ha pasado exactamente? Y lo más importante, ¿por qué?