[12 agosto, 07:12 h]

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El "viaje" estaba siendo calmado y sin ninguna complicación, pero aún no habían llegado a la profundidad máxima que el submarino les permitía, 300 metros.

Uno de los tripulantes se acercó a la única radio que les permitía comunicarse con la superficie.

- Les habla el marinero Kim, faltan noventa metros para llegar a la profundidad máxima -dijo firme.

El cabo Jeon, en tierra firme, estaba al cargo de tomar las indicaciones del submarino. Nadie se lo había ordenado, el mismo se ofreció únicamente para estar al tanto de su novio.

Al escuchar la voz de aquel marinero se reincorporó rápidamente en su silla, mirando en las pantallas de los radares por donde se encontraba el sumergible.

- Sigan avanzando, no suelten los torpedos hasta que tierra se los ordene -contestó.

Las manos del cabo sudaban de los nervios que tenía por que todo saliese bien, movía su pie inquieto haciendo que toda su pierna temblase.

Y sin poder contenerse volvió a acercarse a la emisora, hablando de nuevo.

- ¿Cómo está el marinero Min? -cuestionó con la voz cortada.

La pregunta resonó por todo el compartimento, los hombres ahí voltearon a ver al pequeño chico sentado en una de las esquinas, comiendo. Fue una pregunta inesperada y algo sospechosa.

El mencionado se sintió muy cohibido con todos esos ojos mirándolo sin disimulo, juzgándolo.

Se levantó sacudiendo las migas de pan que habían quedado en su uniforme y caminó hasta el frente del compartimento, tomando el cable de la radio.

Sentía como todos los ojos estaban clavados en él, observando todo lo que hiciese o dijera.

Tomó aire profundamente y habló.

- Aquí el marinero Min, todo está bien-aclaró inaudible, con el corazón latiéndole rápidamente.

Al otro lado de la línea, Jungkook suspiraba aliviado y retenía sus ganas de decirle al mayor que lo amaba.

Se recostó en su silla y pasó sus manos por su cara con cansancio.

cinco horas ↬kookgi au↫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora