cinco horas ↬kookgi au↫

[12 agosto, 11:07 h]

— ¿Y recuerdas c-cuando casi nos vamos de aquel r-restaurante sin pagar? —cuestionó Yoongi riendo y tosiendo.

Había conseguido relajarse y estaban recordando momentos felices con su novio. Jungkook rio al escuchando.

— Fue el mismo día que te pedí salir.

— Y al día siguiente nos r-robaron el auto —añadió el mayor sin dejar de reír, con su voz cada vez más débil.

Esto no solo estaba ayudando a Min, pues al menor también le hacía bien escuchar la contagiosa risa de su novio.

Yoongi bostezó y Jungkook sonrió satisfecho.

— Es hora de dormir, ¿no crees, mi bebé? —susurró.

— Me da mucho miedo, Jungkook.

— Pero ya estás imaginando que estás en mis brazos y no volviste a pensar en el frío y yo voy a estar aquí, a tu lado, no voy a dejarte, mi amor —garantizó, mándole un sonoro beso por la radio.

— Cuando vuelva contigo, quiero que por fin se lo digamos a nuestros padres, por favor —suplicó— A todos, no quiero seguir ocultándolo, quiero amarte sin tener que escondernos.

Jungkook sentía las lágrimas formándose en los lagrimales de sus ojos y un gran nudo en su garganta mientras escuchaba a su chico.

— Lo haremos, se lo contaré a todos, te lo juro, pero ahora duerme —respondió— Por favor... —añadió en un tono lastimero.

Hubo un momento de silencio por ambas partes durante unos minutos.

— Cántame —le demandó al menor, rompiendo el hielo.

— ¿Que te cante? ¿Ahora, mi amor?

— Si, para poder dormir, como haces cuando estamos en casa y no consigo dormir —pidió sonriendo.

Los ojos de Jeon se cristalizaron e hizo su mayor esfuerzo por no llorar.

— Si mi príncipe quiere que le cante, yo le canto, claro que si —accedió sin hacerse de rogar.

El más mayor volvió a cerrar los ojos recostándose en el respaldo de la silla, era muy incómodo sentir el agua llegando por su mentón y su respiración se estaba haciendo más pesada.

— Ah —interrumpió por última vez antes de que empezase a cantar— y te daré una sorpresa.

Jungkook rio a punto de soltar en llanto y dio un asentimiento de cabeza.

— Estoy seguro que me encantará, pequeño.

Yoongi sonrió ampliamente y llevó sus manos a sus bolsillos, relajándose en cuanto la hermosa voz de su novio llegó a sus oídos.

El menor sonrió cuando escuchó que su bebé estaba tarareando por lo bajo a la misma vez que él cantaba.

— 'Cause nothing could ever, ever replace you, nothing can make me feel like you do —entonó con una voz dulce— You know there's no one, I can relate to —continúo cantando.