55- Papelitos de colores.

35 3 36
                                    

Cameron.

Han pasado ya varias semanas desde lo que pasó con Nicole. Y ya todo está bien, el otro día fuimos con el doctor, y dijo que su hombro ya está perfecto, y que el golpe en la cabeza no tendrá ninguna consecuencia en el futuro. Y ahora, estamos a días de que sea Año nuevo, si, ha pasado el tiempo muy rápido, y me alegra en verdad pasar mi último año nuevo a su lado.

Sé que es el último, el doctor ya lo dijo, y por cómo me siento lo sé, mi cuerpo ya ha comenzado a debilitarse, las ojeras debajo de mis ojos comienzan a ser ya más notorias, aún no parezco muerto, pero para allá voy. Y me causa tanta impotencia, porque no puedo hacer nada, no hay manera de que yo me cure, ya no hay nada que hacer. Y voy a dejar a mi princesa sola, voy a dejarla a ella sola, y hay veces en las que pienso que soy un egoísta. Porque al final, nos terminamos enamorando y después de tanto yo terminaré muriendo, y ella se quedará sola, igual que antes...sola.

Nicole:
Cameron...¡Cameron!-me sacó de mis pensamientos de repente y la voltee a ver-.¿En dónde andas? -juntó sus cejas mientras me daba una sonrisa de boca cerrada.-

Cameron:
Yo solo...solo.

Nicole:
Ah, eso ya no importa. Lo importante es que faltan pocos días para año nuevo, y que ya llegamos a la casa de tu familia. Ven, acércate -le sonreí mientras me caminaba hacia ella, pero de repente sentí un bajón de energía provocando que mis piernas se flexionaran levemente casi a tal punto de caerme.

Pero Nicole me sostuvo de los brazos y detuvo mi caída, estaba cansado en verdad, ya hasta manejar me agotaba, pero en mi defensa, el camino de New York a Wellsbury que es donde está ubicada la casa de mi familia en verdad si fue largo.- Cameron, ¿qué tienes?, ¿estás bien? -no tenía fuerzas para contestar, solo asentí con la cabeza.-Ven, necesitas descansar -me tomó por los brazos y como pudo me llevó dentro de la casa. Me recosté en el primer sillón que vimos y ella salió a seguir bajando las maletas.

Sólo cerré mis ojos por un momento y me quedé dormido un instante, o bueno, eso fue lo que sentí.
Porque cuando desperté y abrí mis ojos, ví frente a mi todas nuestras maletas, Nicole estaba sentada en mis pies leyendo un libro, y podía escuchar en el fondo la voz de mi madre y Edith.

Sólo me moví un poco en un intento fallido de acomodarme, pero Nicole voltea rapidamente al mismo tiempo que se da cuenta de que yo ya me levanté, se acerca a mí con su sonrisa alegre pero en sus ojos puedo ver que no está tan feliz como quisiera expresarlo, hay cierta preocupación y desconcierto en ellos.-

Nicole:
¡Oh!, ya te despertaste. ¿Cómo te sientes?, ¿sí descansaste, verdad?

Cameron:
¡Si!, descansé tanto que ni cuenta me dí de que me dormí -comenté sarcásticamente.-

Nicole:
Bueno, tal vez fue tanto tu cansancio que no te diste cuenta, a mí también me ha pasado varias veces, no hay por qué preocuparse. ¿Verdad? -sonrió forzadamente.-

Cameron:
Si, supongo que sí -en realidad no, eso no fue normal, y sé que ella lo sabe. Sé que ella sabe que ya estoy mal, no es normal que una persona de repente se desmaye, eso jamás pasa, ella sólo trata de disimular lo preocupada que está.- Pero bueno, ¿qué estás leyendo?

Nicole:
Es un libro que es muy hermoso, se llama "Las minas de Falun", ¿lo has leído?

Cameron:
Mmm, he escuchado hablar de él, pero nunca lo he leído, me parece que es un libro muy triste, bueno, al menos el final es el que no le gustó a los lectores, y no me gusta llorar por libros, me gusta más emocionarme con ellos y sentir la adrenalina. Cómo con los libros de Harry Potter, o Percy Jackson. Bueno, esos son el tipo de libros que me gustan, pero he escuchado que ese libro que dices es muy bueno.

Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora